Si tenéis la oportunidad de leer Footsteps de Richard Holmes, no lo dejéis escapar. |
Ya está aquí el último día del año y llega el momento de charlar tranquilamente con vosotros y hacer balance de lo que leído en 2015. Este año he aumentado un poquito la cifra y he llegado a un total de 61 libros. De nuevo han vuelto a imponerse las escritoras frente a sus homólogos masculinos y en cuanto al nivel de satisfacción, se mantiene la tónica de años anteriores: buenos momentos de lectura, grandes descubrimientos para mi y, afortunadamente, contadas decepciones.
Echando la vista atrás creo que lo único que he echado en falta este año ha sido la lectura de una gran novela (tanto en extensión como en nivel de satisfacción literaria) en la que habitar. En 2013 me ocurrió con La saga de los Forsyte, en 2014 con Middlemarch y este año tendría que haber sido el año de Guerra y Paz, pero me vi privada de ese gran momento de lectura por la elección de una mala edición de la novela. Así pues, temo que el año Tolstói tendrá que posponerse a 2016 y ¿quién sabe con que otros novelones de peso tendrá que competir?
La casa de la alegría me reconcilió a lo grande con Edith Wharton y A Town like Alice me encantó en su primera parte, pero decayó en la segunda mitad cuando la acción se traslada a Australia. |
Otro de las tendencias que siguen la senda de 2014 es la fecha de publicación de la mayoría de los libros que he leído. De nuevo el siglo XX vuelve a imponerse al siglo XIX, y el avance de mi Century of Books tiene mucho que ver en ello. En 2015 he añadido catorce títulos a mi lista y no podéis imaginar la ilusión que me hace verla crecer año tras año. Poquito a poco voy consiguiendo ese siglo XX literario hecho a mi medida, y ya estoy deseando ir a la búsqueda de nuevos ejemplares para los próximos doce meses.
Como no podía ser menos algún título Persephone se sumará a la lista, tal y como este año han hecho Someone at a distance de Dorothy Whipple y Lady Rose and Mrs. Memmary de Ruby Ferguson, dos lecturas inolvidables que disfruté muchísimo a pesar del poso de tristeza y melancolía que dejaron en mí.
Un año más vuelvo a Anne Shirley, mi amiga del alma, y a Barbara Pym, uno de mis refugios favoritos. |
2015 ha sido un año lleno de emociones encontradas. He leído muchos de esos libros amables que tanto me gustan y tanto bien hacen cuando uno se siente triste, como Las cuatro gracias de D.E Stevenson, El castillo azul y Ana la de la isla de Lucy Maud Montgomery o Flores para la Señora Harris de Paul Gallico; pero también lecturas duras y comprometidas que han removido mi conciencia y afianzado los principios que defiendo y me comprometo a seguir defendiendo como La jungla de Upton Sinclair y Mujeres sin pareja de George Gissing.
Pero sin duda el mayor regalo que me ha dejado este año ha sido descubrir a dos autoras que se han convertido para mi en una fuente inagotable de inspiración, Willa Cather y Katherine Mansfield. ¡Que daría yo por conseguir escribir aunque solo fuese una sola de sus líneas! Me maravilla la perfección con la que ambas analizan la naturaleza humana, la belleza y la sensibilidad que desprende cada una de sus descripciones. Mucho me temo que no descansaré hasta haber leído toda su obra al completo.
Otra mención especial merecen Muriel Spark, a la que he tenido el inmenso placer de descubrir este año y Betty Smith, una vieja conocida que me enamoró con su árbol de Brooklyn y que ha conseguido cautivarme con otras dos de sus novelas Mañana puede ser un gran día y Joy in the morning. Sin duda este ha sido el año de Nueva York. Preparé mi viaje leyendo obras ambientadas en sus calles y volví de allí deseando leer nuevas historias de la gran manzana. Así cayeron Manhattan Transfer de John Dos Passos, Ragtime de E.L Doctorow, La casa de la alegría de Edith Wharton, Ventanas de Manhattan de Antonio Muñoz Molina, The Outward Door de Millen Brand, Sheila Levine ha muerto y vive en Nueva York de Gail Parent, y Letter to New York de Helene Hanff.
Y para poner el broche final al 2015, nada mejor que la selección de mis mejores lecturas del año. Esta vez me ha sido imposible limitarme a cinco títulos, así que aquí tenéis mis siete elegidos. Algunos de ellos he podido reseñarlos en el blog (os dejaré el enlace abajo), otros quedaron ausentes por falta de tiempo, pero prometo hacerles justicia y recomendárnoslos con honores durante el mes de enero.
En la bahía, Testament of Youth, Curriculum Vitae, Qué verde era mi valle, Joy in the morning, Pioneros y Pêcheur d'Islande (pinchad en los títulos para acceder a las reseñas). |