¡Hola a todos!
Por fin puedo volver a mi rinconcito sin remordimiento de conciencia. He terminado los exámenes (principal motivo de mi desaparición) y, para bien o para mal, ya puedo dedicarle tiempo a la lectura. En realidad, he hecho un poco de trampa y la tentación de andar entre páginas ha sido más fuerte que yo. Si, lo confieso; he leído ficción y no tengo remordimientos (añadid aquí una carita maléfica y sonriente).
Para ponernos un poco al día he recopilado en esta entrada los libros que he traído entre manos; un total de cinco novelas y una selección de cartas. Tengo que reconocer que todos (excepto uno) han sido satisfactorios (a su manera), aunque no se porqué, este año estoy tardando más de la cuenta en dar con un coup de coeur. El único que se ha acercado a mi podio de favoritos ha sido las Cartas de Katherine Mansfield. Pero bueno, todas mis esperanzas están ahora puestas en Villette de Charlotte Brontë. Acabo de empezarlo y la cosa va por muy buen camino.
Pero bueno, centrémonos ahora en este montoncito. Como veis por los títulos, abundan las comfort readings, como dirían allende la Mancha. Pero la presencia de Katherine Mansfield y Sylvia Plath atenúa la supremacía de las lecturas "agradables".
Para ponernos un poco al día he recopilado en esta entrada los libros que he traído entre manos; un total de cinco novelas y una selección de cartas. Tengo que reconocer que todos (excepto uno) han sido satisfactorios (a su manera), aunque no se porqué, este año estoy tardando más de la cuenta en dar con un coup de coeur. El único que se ha acercado a mi podio de favoritos ha sido las Cartas de Katherine Mansfield. Pero bueno, todas mis esperanzas están ahora puestas en Villette de Charlotte Brontë. Acabo de empezarlo y la cosa va por muy buen camino.
Pero bueno, centrémonos ahora en este montoncito. Como veis por los títulos, abundan las comfort readings, como dirían allende la Mancha. Pero la presencia de Katherine Mansfield y Sylvia Plath atenúa la supremacía de las lecturas "agradables".
Si tuviera que recomendaros un título de entre todos ellos escogería, La niña de nieve de Eowyn Ivey. La novela tiene mucho de cuento infantil, de esa atmósfera de leyenda que envuelve las viejas historias orales; quizá por eso resulta tan mágica. Quedaos con esto, un matrimonio sin hijos, una cabaña perdida en los bosques de Alaska, una niña salvaje y un astuto zorro que aparecen junto a las primeras nevadas...
Estoy casi convencida de que muchos podréis disfrutar con esta novela. La niña de nieve, sencilla y emotiva, se lee con rapidez, pero no por ello con desentendimiento. Es fácil encariñarse con los protagonistas y perderse entre las tempestades de nieve y los bellos paisajes de Alaska. No os hablo de un imprescindible, pero si de un bonito y agradable paseo. ¡Ya me contaréis si os animáis!
Las tres novelas inglesas que componen la base de la pila han sido lecturas agradables pero en absoluto memorables (por mucho que me apene decirlo). Guard your Daughters de Diana Tutton se lleva la palma en mi barómetro de decepciones. Intenté no compararla con El castillo soñado de Dodie Smith, pero me fue imposible. La historia de las hermanas Harvey, cinco chicas criadas a espaldas del mundo exterior, es cuanto menos poco convencional. Algo turbio anda detrás del deseo de sus padres de mantenerlas seguras en casa, sin escolarizar, y sin contactos con desconocidos. No se a vosotros, pero a mi estas circunstancias me parecieron muy interesantes y una muy buena base para una novela. El gran problema es que Diane Tutton ¡lo desperdicia todo! La relación entre las hermanas me pareció superficial, fría e insípida. La atmósfera de la casa en absoluto tan excéntrica como prometía y la trama, una sucesión de episodios algo repetitivos y carentes de interés. Resultado, une catastrophe!
Lo dicho si queréis leer una inolvidable historia de hermanas creciendo en un ambiente excéntrico no dejéis de leer El castillo soñado. Simplemente maravilloso.
Estoy casi convencida de que muchos podréis disfrutar con esta novela. La niña de nieve, sencilla y emotiva, se lee con rapidez, pero no por ello con desentendimiento. Es fácil encariñarse con los protagonistas y perderse entre las tempestades de nieve y los bellos paisajes de Alaska. No os hablo de un imprescindible, pero si de un bonito y agradable paseo. ¡Ya me contaréis si os animáis!
Las tres novelas inglesas que componen la base de la pila han sido lecturas agradables pero en absoluto memorables (por mucho que me apene decirlo). Guard your Daughters de Diana Tutton se lleva la palma en mi barómetro de decepciones. Intenté no compararla con El castillo soñado de Dodie Smith, pero me fue imposible. La historia de las hermanas Harvey, cinco chicas criadas a espaldas del mundo exterior, es cuanto menos poco convencional. Algo turbio anda detrás del deseo de sus padres de mantenerlas seguras en casa, sin escolarizar, y sin contactos con desconocidos. No se a vosotros, pero a mi estas circunstancias me parecieron muy interesantes y una muy buena base para una novela. El gran problema es que Diane Tutton ¡lo desperdicia todo! La relación entre las hermanas me pareció superficial, fría e insípida. La atmósfera de la casa en absoluto tan excéntrica como prometía y la trama, una sucesión de episodios algo repetitivos y carentes de interés. Resultado, une catastrophe!
Lo dicho si queréis leer una inolvidable historia de hermanas creciendo en un ambiente excéntrico no dejéis de leer El castillo soñado. Simplemente maravilloso.
Mi colección Stevenson avanza sin prisa pero sin pausa. De los diez que veis en la foto he leído cuatro: Las cuatro gracias, The English Air, Sarah Morris Remembers y Listening Valley. Sin duda os recomiendo los dos primeros. |
Las novelas de D.E Stevenson se sustentan en la descripción idílica de la vida de provincias británica y en la galerías de personajes entrañables que la sustentan. En el caso de Listening Valley los ingredientes se repiten, pero la falta de carisma de la protagonista y de sus acompañantes no acompaña. El resultado es una historia agradable, pero plana y prescindible. No la incluiré entre las mejores de Stevenson.
La que si lamento muchísimo incluir en la categoría de "ni fú ni fá" es High Wages de Dorothy Whipple. Adoré la primera novela suya que leí Someone at a Distance y también la primera parte de High Wages, pero ¿reconocéis la sensación de "Mayday, mayday, esto se tuerce y va por mal camino" cuando estáis leyendo una novela? Pues eso es precisamente lo que me sucedió con este libro. No os quiero adelantar nada porque he preparado una entrada compartida con otro libro Persephone Lady Rose and Mrs Memmary.
Y por último he dejado las lecturas que más tiempo pasaron conmigo. Esas que han dejado un poso importante en mi memoria y han removido mi conciencia, mi centro, mi todo; las Cartas de Katherine Mansfield y La campana de cristal de Sylvia Plath.
¿Existe el momento idóneo para leerlas a ambas? ¿Para enfrentarse a sus frases incisivas, límpidas y descarnadas? Creo que no; todo el que ha vivido, sin que importe su edad o sus circunstancias, debe reaccionar ante la profunda humanidad que desprenden sus obras. Ambas tendrán su propia y merecidísima entrada.