miércoles, 28 de septiembre de 2016

El pequeño mundo de Barbara Pym

Una tarde con Barbara Pym
A principios de septiembre fue "Jane y Prudence", ayer mismo "Less than Angels". En apenas quince días he leído dos novelas de Barbara Pym y, para seros sincera, no rehusaría terminar el mes con ella.  

No os estaré descubriendo América si os hablo de las afinidades lectoras. Un mismo libro, poco importa su fama, puede encontrar defensores y detractores acérrimos. Unos y otros podremos hablar sobre si está mejor o peor escrito; si estamos ante una obra maestra de obligada lectura o una novelita de tres al cuarto, cuya lectura nos rebaja como lectores. Pero más allá de los debates sobre la buena o la mala literatura, peliagudos y a menudo estériles en estos niveles del "lector común" donde nos movemos, yo lo que prefiero es hablar de afinidades lectoras.

¿No os parece que ciertos escritores nos apelan? ¿Qué nos hablan directamente a través de sus novelas, como si por milagro, hubiesen sido escritas especialmente para nosotros? Creo, sin miedo a equivocarme, que muchos de vosotros habréis vivido esa sensación placentera.
Y es que así es, algunos escritores son capaces de crear una atmósfera, un universo personal en el que simplemente nos sentimos a gusto. Os pongo un ejemplo. Uno de mis escenarios favoritos, tanto en la vida real como en la imaginaria, tiene como protagonistas una casa (o un pequeño apartamento) y las personas que viven en ella. En ese escenario disfruto observando estampas ordinarias y realistas, en las que dramas más o menos grandes alternan con pequeños placeres cotidianos. Quizá por eso me gustan tanto las novelas de Barchester de Anthony Trollope, las crónicas de Cranford de Elizabeth Gaskell, los relatos apacibles de D.E Stevenson,  los días pasados en Edimburgo con Alexander McCall Smith, y las intrigas universitarias de Alison Lurie.
Pero de entre todos esos universos literarios (hechos de pequeños grandes nadas), si tuviese que escoger,  optaría sin dudarlo por el de Barbara Pym.

Bien sea en Londres o en algún pequeño pueblo de provincias, existen unas constantes en la obra de Barbara, que la hacen reconocible al instante y a mi me hacen sentir en casa. Sus novelas tienen siempre los mismos protagonistas: profesores e investigadores del mundillo de la antropología, vicarios y sus respectivas esposas, damas de iglesia, secretarias, viudos y en especial mujeres solteras. Todos ellos interactúan en una sucesión de tardes de té, ventas benéficas y otras actividades parroquiales; en comidas de cafetería o en veladas caseras y en tareas domesticas rutinarias. Un mundo pequeño y cerrado en cuyo centro suele situarse una de esas heroínas Pym, que tan bien reflejadas quedan en su novela "Mujeres excelentes". Mujeres de mediana y no tan mediana edad que se debaten entre su apacible soledad y la excitante posibilidad de encontrar un hombre adecuado. "Heroínas" que luchan contra las crisis de la vida taza de té o de Ovaltine en mano.


Unos años atrás os enseñaba esta fotografía con mi colección de novelas Pym.
Todas son ediciones francesas de ocasión que compré durante mis visitas a distintas
librerías. Todavía me faltan cuatro títulos para completarla.
Muchas de las introducciones a sus libros indican que "la voz de Pym es tan personal, su mundo tan reconocible que es posible alegar : ¡Esto es un momento Pym!". Quizá por eso sus novelas despierten tanta admiración en unos y un rechazo en otros lectores.
Quería que esta entrada fuese una muestra de mi afecto por Barbara y una invitación a que la descubrais vosotros mismos, dejando un poquito más claro aquello que podéis encontrar en sus novelas.

Unos días atrás encontré un libro consagrado al estudio de sus novelas, "The Subversion of Romance in the novels of Barbara Pym". En él leía que Barbara escribió diarios y carnets de notas a lo largo de su vida. Los utilizaba como cuadernos de trabajo y en ellos anotaba citas, posibles escenas o tramas de novelas, trozos de conversación escuchados aquí y allá y, en definitiva, cualquier cosa que despertase su interés. En el libro se precisaba que "era ese estado de observación constante en busca de los pequeño detalles e incidentes de la vida, los cuales pese a su insignificancia pueden estar llenos de significado, lo que en gran parte da sentido a sus novelas." Y nunca lo podría haber definido mejor. Solo una persona capaz de disfrutar de los pequeños placeres de la vida, capaz de sentirse  feliz y fortalecida gracias a una buena comida, una digna taza de te o un cotilleo picante, podía haber escrito semejantes novelas.

Como veis el mundo Pym está hecho de pequeñas cosas, y seguramente no satisfará a todos los paladares literarios. ¡No pasa absolutamente nada! Recordad las afinidades lectoras y sed sinceros si no adherís a él. ¡Quién me iba a decir a mi que mi madre no disfrutaría tanto como yo con "Mujeres excelentes"!
Pero de lo que si estoy segura es de que en el caso que disfrutéis con una de sus novelas, habréis encontrado un refugio seguro al que volver una y otra vez. Las novelas de Barbara no son únicamente libros para un mal día.  Su humor inteligente e incisivo; su talento para demostrar que una mujer moderna puede ser capaz de vivir aventuras y conseguir una vida plena, aún cuando los planes no han salido como lo esperado, aún cuando el mundo se reduce a una serie de lugares comunes; y su enorme capacidad de observación del mundo que la rodea, hacen de sus novelas un inestimable testimonio de la vida de las clases medias inglesas de los años 50 y 60.

Barbara Pym
Si sentís la curiosidad de descubrir que es un "momento Pym", entonces corred a vuestra librería más cercana. Tenemos la inmensa fortuna de contar con una nueva edición de "Mujeres excelentes" gracias al buen hacer de Gatopardo. Una editorial a la que quiero felicitar por su trabajo y por su valentía (solo tenéis que echar un vistazo a los títulos de su catálogo). Cuando una editorial decide apostar por alguien como Barbara Pym no puedo más que maravillarme y quitarme el sombrero.

Las novelas de Miss Pym no serán material de best-seller, pero ni falta que les hace. Empecemos por atesorarlas unos cuantos y corramos la voz en busca de nuevos adeptos.

¡Muy felices lecturas a todos!

PD. Aquí podéis leer mis reseñas de "Mujeres excelentes" y de "Some tame Gazelle".

9 comentarios:

Kala Wolf dijo...

Hola! Me ha encantado lo que dices, mucho mejor hablar de afinidades es cierto, me gusta como lo planteas ;)
Y sin duda probaré a Pym, y veremos si es afín o no a mí.
Muchas gracias por las recomendaciones.
Besos!

Polly dijo...

Chérie Marie

Yo sólo tengo un libro de Pym al que llevaba buscando un hueco todo el verano hasta que pensé que no era un libro para el verano sino para el otoño, si es que un dia llega (nótese sarcasmo) porque quiero tomar algo calentito mientras lo leo y envolverme en una mantita y esas cosas. Y es justamente Mujeres Excelentes pero en la edición Penguin classics inglesa (huyo de las mismas ediciones en castellano como de la peste porque no las cuidan nada). Además es de segunda mano y viene subrayada y con algún que otro comentario al margen, cosa que le da encanto, el libro ha sido disfrutado antes. Pero está en buenas condiciones y eso es lo que importa, eso y el encanto que te decía.

Lo que sí voy a necesitar es a una experta que me guíe con el resto de sus novelas... no se si me entiendes ;)

un besito bien gordo <3

Alejandra (Acabo de Leer) dijo...

¡Hola! No sñe si las novelas de Pym son buenas o malas, pero esta entrada me ha conquistado así que debo conocer a la autora sí o sí y hacerme un juicio por mi misma. Normalmente me gusta el tipo de literatura que dices que escribe, así que lo mismo logro encontrar a una nueva autora para añadir a mi lista. Un saludo!

Margari dijo...

A ver quién te dice que no con esta reseña! Nada, nada, que tengo que estrenarme con Barbara Pym.
Besotes!!!

Mónica-serendipia dijo...

Suspiro por tener este libro de Barbara Pym en mis manos, además me encantan las ediciones de Gatopardo, así que no podría haber sido mejor traducción que esta para retomar a la autora. Ya sabes que soy una rendida fan de D.E. Stevenson y de Alexander McCall Smith, así que ya voy preparando el té para pasar la tarde con estas mujeres excelentes :-) Besotes.

Rustis y Mustis dijo...

Yo no tengo tanta suerte como tú y sólo he leído un libro de Barbara Pym, pero ya soy una fan incondicional de la escritora, así que intentaré hacerme con el resto porque sus historias son de las que se quedan contigo después de leerlas. ¡Preciosa colección la que tienes!

Tabuyo Alonso dijo...

De momento no he leído nada de ella pero no tardaré. Ando detrás de este libro así que espero hacerme con él en breve.

Un besote.

Unknown dijo...

Querida Marie, creo que tienes el honor de haberme descubierto a Miss Pym hace ya tiempo y te estaré eternamente agradecida, a ti y a Gatopardo, claro, porque ya había buscado antes este libro pero estaba totalmente descatalogado antes de que ellos lo sacaran de nuevo.
Me ha gustado mucho mucho muuuuucho esta entrada, siempre me trasladas con tus palabras a un rinconcito lleno de paz, no sé como lo haces! :3
El caso es que me he sentido muy identificada, porque hay autores que es cierto, parece que escriben para ti y libros que llevan tu nombre, recientemente me pasó con Sidra con Rosie y Con todas las criaturas grandes y pequeñas (libro que mi madre abandonó porque le aburría jajajajajaj ¡Cómo te entiendo!), libros que como este, parece que no dicen nada pero que cuentan más de lo que parece en un principio.
El caso, creo que voy a entrar a formar parte del club de fans de Miss Pym pronto, llevo poquito leído pero ya me tiene!
Un bsazo!

Unknown dijo...

Yo ya he leído tres libros suyos, la pena es que hay poco traducido al castellano, entre esos está mujeres excelentes, me encantó sus novelas son como un canto a la vida cotidiana, no tenemos que esperar grandes cosas de sus novelas me refiero a grandes acontecimientos, pero si podemos ver la vida real de sus personajes, los que dibuja perfectamente, no los tienes que imaginar están ahí, yo también os la recomiendo