Me disponía yo a leer hace unos días el Jardín Secreto (en mi propósito de leer todo lo que cayese en mis manos de Hodgson Burnett) cuando di por casualidad con esta novela suya. Y que os voy a decir...que me den libros como este cada día! No, no es otro cuento infantil como la Princesita, aunque la magia sigue ahí, esta vez he disfrutado de un romance en toda regla ambientado en los años previos y durante la IGM.
El jefe de la casa Coombe, protagonista que da título a la novela, es el típico gentleman de la nobleza inglesa. Elegante y mundano se convierte en el protector de una joven viuda, Feather Gareth-Lawless (para el resto del mundo se supone que son amantes pero nada es lo que parece). Animal social por excelencia Feather, solo vive para las fiestas, los actos sociales, y para derrochar dinero; en definitiva para si misma. Y es que aunque nadie lo diría, cuando visita su casa en una de sus tantas fiestas, Feather tiene una hija a la que ignora. La pobre Robin vive recluida entre sus habitaciones del ático de la casa y solo ve el mundo exterior en las ocasionales salidas que hace junto a su niñera a un parque cercano. Robin no sabe lo que es una caricia, un beso, ni siquiera sabe que la dueña de la casa, esa a quién ella conoce como "the Lady downstairs", es su madre. Pero todo cambiará un día en el parque cuando conozca a Donal, un niño (vestidito con kilt escocés y todo) con el que entre juegos aprenderá el significado de lo que es amar.
"Puso sus fuertes bracitos de niño de ocho años alrededor de ella y la besó en los labios. Era la primera vez para Robin. Andrews (la niñera) no besaba. Nunca nadie lo había hecho antes.
- ¿No te gusta que te besen? preguntó Donal sorprendido ante la reacción de sorpresa de ella.
- Que me besen- repitió ella susurrando- Si- dijo mirándole y sonriendo- Bésame otra vez Donal!."
Pero a ojos de la madre de Donal, el hecho de que la madre de Robin sea amante de Lord Coombe, puede dañar la reputación de su hijo y decide evitar que vuelvan a encontrarse. Terminados los juegos y destrozada ante la desaparición de Donal, Robin crecerá gracias a la ayuda de Lord Coombe, hasta convertirse en una hermosa jovencita. Pero a diferencia de su madre, Robin desea ser una mujer independiente que pueda respetarse a si misma y ser respetada por los demás. Así encontrara un puesto como dama de compañía de una duquesa viuda, convirtiéndose en una pieza indispensable para la aristócrata. Esta, que adora a Robin, decide dar un baile en su casa para que pueda conocer a más gente de su edad; rodeada de admiradores Robin cruzará entonces su camino con un apuesto recién llegado. Una sola mirada bastará a Robin y a Donal para reconocerse. Bailan, se ríen, disfrutan de haberse reencontrado por fin y es entonces cuando alguien anuncia en el salón el asesinato del Archiduque Francisco Fernando en Sarajevo. Ya no serán las convenciones, sino una cruenta guerra la que se interpondrá en su felicidad.
Así acaba el primer tomo de la historia y como comprendereis me faltó tiempo para empezar la segunda parte, Robin!
La guerra lo envuelve todo. Los uniformes, las enfermeras, los comités para recaudar fondos, todo nos mete de lleno en el ambiente prebélico y acompañamos a Robin, a Donal y al resto de personajes por un Londres bien distinto al del libro anterior. Siguen celebrándose fiestas, abriendo las tiendas y llenándose los restaurantes, pero también se multiplican las despedidas y los matrimonios acelerados. Y es que los hombres, jóvenes en su mayoría, aguardan inquietos la temida llamada que les reclama para ir al frente. Robin y Donal aprovechan cada instante para verse. Paseamos con ellos por las ajetreadas calles de Londres, por parques, jardines y bosques compartiendo sus últimos momentos juntos. Y es que las noticias que llegan del continente son espantosas. Por eso como muchos otros y ante la posibilidad de no poder hacerlo jamas, Robin y Donal se casan en secreto. Poco tiempo después él parte hacia el frente. Robin se desvive por colaborar en cualquier servicio de guerra y los que la rodean se inquietan al ver su estado de preocupación constante. Pero las cartas de Donal no llegan y la guerra se alarga. Por fin un día el drama se desata, un telegrama anuncia la muerte de Donal y Robin descubre que esta embarazada. ¿Como encontrar las fuerzas para seguir adelante?
Si hay algo negativo en estas novelas es que a veces Hogdson Burnett peca de edulcorar demasiado la historia. Hay momentos en que las flores, los pajaritos y los diálogos ñoños de Robin me han hecho desear que empezara ya la guerra (para desgracia de Donal; pobrecito !lo retiro, que me pongan más flores!). Exceptuando esto me ha encantado. Tanto la primera como la segunda parte, aunque esta última es muy triste. La autora no escatima en describir los horrores de la guerra. El sufrimiento de los heridos y las características de sus heridas y muertes; la agonía de las esposas y madres en Inglaterra. Hay frases como esta que te descomponen totalmente:
"Estoy contenta de que haya muerto. Ojala los otros dos también lo estuvieran. No puedo soportar esta agonía de no saber, de esperar. Si hubiera algo que agradecer a Dios le diría: Gracias Dios por no haberme dado más hijo a los que ver morir".
Todos los personajes se verán de una manera u otra golpeados por la tragedia. Pero no todo es muerte y drama. La relación de Robin y Lord Coombe evolucionará de una forma preciosa a lo largo de la novela y otros personajes secundarios consiguen robarte el corazón como Dowie o la Sra. Bennett. Lord Coombe y la Duquesa viuda me recordaron tanto a mi querida Lady Violet de Downton Abbey. Nacidos en la época victoriana, sus costumbres e ideales se ven trastocados por un nuevo mundo, de invenciones y de cambios que deben ir asimilando y adoptando a toda prisa. Las observaciones que hace la autora sobre todo esto son muy interesantes y consigue captar la atmósfera Eduardiana a la perfección.
Claro que lo más bonito es la historia de Robin y Donal. Desde que se conocen siendo niños me han conquistado. El tan enamorado, pendiente de ella, de darle todo el cariño que le fue negado en la niñez y ella adorando a este ser que auyentó la palabra soledad de su existencia. Que tierna es su historia!
"Ella era la luz que flotaba en medio del salón de baile; ella era el centro, el comienzo y el final de todo"
"Tu eres una de las cosas por las que voy a enfrentar a los cañones y las bayonetas. Aunque ya no quede nada ni nadie en Inglaterra me pondré frente a la orilla y caeré muerto antes que dejar que esta guerra pueda alcanzarte".
Es una pena que no este traducida al castellano, pero las que podáis, encontrareis la versión inglesa en el Project Gutenberg. Seguro que no os arrepentiréis de haberla leído :)
Un beso para tod@s!
5 comentarios:
Hola Marie, pues vaya que si es un descubrimiento esta novela, ni sabía que existía, pero me ha parecido super interesante y digna de leerse. Aunque un poco triste, te diré :'(
No se si pueda leerla pronto, dado que está en inglés, y que todavía estoy con Little princess, pero trataré de conseguirla de todas maneras. Gracias por tu reseña!!
Un abrazo :)
Gracias a ti por comentar Pilar :)
La verdad es que yo también me sorprendí mucho al leerla porque me esperaba otra historia de caracter infantil, y nada de eso! Es una novela triste pero el final es imprévisible ya verás si te animas a leerla ;)
Ahora haré un descansito con Hodgson Burnett y volveré más adelante con "La formación de una marquesa", que he oído muy buenos comentarios por ahí!
Un abrazo!
Me estoy quedando alucinada porque haya tant@s amigas blogueras que no se han leído El jardín secreto. Aunque también es cierto que mi infancia fue muy british ;P
Con estos dos, ya te he hecho caso y en mi Kindle están. ¡Ay, qué mundo el del Proyecto Gutenberg!
Besitos.
Jo pues que suerte tuviste de conocerlo tan pronto! Con lo que me está gustando de mayor, imagínate de enana :) Ay espero que te guste, aunque ya verás que a veces es demasiado Mundos de Yupi :D
Y si, bendito mundo el del Proyecto Gutenberg! Es un vicio cotillear todo lo que hay ahí metido.
Un besito.
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