sábado, 31 de octubre de 2015

Joy in the Morning de Betty Smith

Mi edición de ocasión de la novela.
Ciertas lecturas marcan para siempre nuestra vida lectora. Llegan un día hasta nosotros, como invasoras silenciosas,  y terminan colonizando un trocito de nuestro corazón y nuestra memoria. 
Así fue como Betty Smith llegó a mi vida; silenciosa y olvidada, con su árbol de Brooklyn a cuestas.  Solo fueron necesarios unos capítulos para saber que aquella sería una de "esas" lecturas. Entonces me prometí a mi misma que leería todo lo que Betty Smith hubiese tenido a bien publicar.
Después de Un árbol crece en Brooklyn leí Mañana puede ser otro día, cuya publicación en castellano supuso para mi una enorme alegría; y ahora, varios meses después, le llega el turno a Joy in the Morning. Otra excelente lectura que tenía que compartir con vosotros.

Ambientada en un estado del medio oeste americano en 1927, Joy in the Morning relata el primer año de matrimonio entre Carl Brown y Annie McGairy. Ambos son muy jóvenes y cuentan en su haber cuatro años de intenso noviazgo vividos entre las callejuelas de su Brooklyn natal.
Cuando Carl decide marcharse a estudiar derecho al Oeste, Annie no tarda en ir en su busca para empezar una nueva vida a su lado. Así es como, pese a la oposición de sus respectivas familias, ambos terminan casándose en el campus. Poco importan los reveses que puedan presentarse en el camino: exiguos ingresos, preocupaciones, discusiones pasajeras... ambos están determinados a hacer algo maravilloso de su vida juntos y, a veces, esa es la mayor garantía de éxito.


Campus de la Universidad de Illinois en los años 30.
Como veis, Joy in the Morning es una novela de trama sencilla; básicamente los primeros pasos en la vida común de una pareja enamorada. Es por tanto una novela tierna y esperanzadora, colmada con los impulsos y las emociones propias del primer amor. Pero no temáis un todo almibarado; los que conocéis a Betty Smith sabeis lo directa que puede ser, y como no escatima a la hora de mostrar la crudeza de la vida cotidiana. Es esta cualidad la que evita que Joy in the Morning se convierta en una simple historia de amor. 

Carl y Annie son los grandes protagonistas de la novela, pero en realidad es Annie la que brilla con luz propia. Mientras Carl se desvive por robarle horas al día para compaginar sus estudios y sus múltiples empleos, Annie deambula por el campus universitario buscando su sitio. Lectora empedernida, pronto encuentra su mejor refugio en la biblioteca. Y, aunque se entristece al pensar que nunca podrá ser una universitaria de pleno derecho como otras chicas que ve por el campus, pronto aprende a sacarle partido a las oportunidades que se van presentando en su camino. Consigue un empleo agradable, asiste como oyente a un curso de literatura e incluso escribe algunas obras de teatro en la pequeña habitación que comparte con su marido. Todo puede convertirse en una excitante aventura si uno es capaz de mirar con los ojos adecuados.

Annie es un personaje encantador: cálida, inocente y sobre todo cercana. La relación que va entablando con las personas de su entorno es sin duda lo que más he disfrutado de la novela. Con su carácter abierto, Annie se granjea simpatías allí donde va y pronto encuentra amigos improbables entre los tenderos del barrio: Anthony el florista, Harry el dueño de los ultramarinos, el matrimonio Lopin…todos tienen cabida en la lista que va confeccionando en su diario de notas y que bautiza como: "Gente nueva que ha entrado en mi vida".
Quizá Annie no tiene la fuerza de Francie Nolan la protagonista de Un árbol crece en Brooklyn, ni de Margy Shannon la de Mañana puede ser un gran día, pero comparte con ellas el don de ver en el interior de las personas; una empatía natural que todas las protagonistas de Betty Smith parecen haber heredado de su creadora.
Annie y Carl, una entrañable historia
de amor.
Betty Smith sobresale en la creación de personajes, en dotarles de un alma propia. Annie, Carl y las personas que los rodean no son una excepción.

Joy in the Morning fue la última novela que escribió Betty Smith; una historia romántica y optimista que actúa como contrapunto perfecto a otra de sus novelas, Mañana puede ser otro día. La cara y la cruz del matrimonio. 
Me emociona pensar que al final, pese a sus propios traspiés en lo que al amor se refiere, Betty Smith quiso apostar por la felicidad. A veces, solo a veces, ocurre el milagro, y pese a los altibajos que trae la  vida uno puede afirmar: "y fueron felices para siempre".

Si vais a estrenaros con Betty Smith, os recomendaría empezar sin dudarlo con Un árbol crece en Brooklyn. Si actúa la magia, estoy convencida de que no dejareis de leer el resto de sus novelas.
Un abrazo fuerte a todos y muy felices lecturas.

PD. Joy in the Morning ocupa el año 1963 en mi Century of Books.
PD. Existe una adaptación cinematográfica de la novela protagonizada por Richard Chamberlain. Todavía no he podido verla (no se si conseguiré encontrarla), pero al menos aquí está el trailer.

lunes, 19 de octubre de 2015

IMM 17, compras de otoño

Señores no se agolpen que hay sitio para todos.
Bien llega el momento de enseñaros los libros que he ido comprando durante estos últimos meses. Después del paréntesis del verano, tenía muchísimas ganas de fisgónear de nuevo por las estanterías de mis librerías favoritas; y lo cierto es que el reencuentro ha sido bastante fructífero. Como es habitual tenéis una mezcla de ejemplares nuevos y de ocasión,  de ficción y no ficción. Veámoslos con detalle empezando con las novelas.

Ritos funerarios de Hannah Kent necesita poca presentación; "basada en la historia real de la última mujer decapitada en Islandia", la novela debut de Kent, se convirtió en todo un éxito de ventas cuando fue publicada en 2013. Desde entonces he ido leyendo un sinfín de buenas críticas (junto alguna que otra discordante) y, al final, la curiosidad ha podido conmigo.

El circo de la noche de Erin Morgenstern también viene precedido de un gran éxito. Mágica, imaginativa, oscura y luminosa a la vez…muchos son los calificativos que ha ido acaparando este historia. Su primera página anuncia: "El circo llega sin avisar. No viene precedido de ningún anuncio, no se cuelga cartel alguno en los postes o vallas publicitarias del centro ni tampoco aparecen notas ni menciones en los periódicos locales. Sencillamente, está ahí, en un sitio en el que ayer no había nada". Yo me he dejado tentar gracias a la recomendación de nuestra querida Polly y, aunque existe una edición en español, me he hecho con la edición de bolsillo francesa, fiel a la preciosa portada original.

Gilead de Marilynne Robinson llevaba mucho tiempo en mi lista de deseos. Las novelas de Robinson responden a esa categoría de libros pausados, de belleza serena y reflexiva que tanto me gustan, y cuando vi este ejemplar de ocasión en Gibert no dudé en traerlo a casa. Gilead es la primera entrega de una trilogía que continua con Home y se cierra con Lila (novela nominada en la longlist del Booker Prize de este año). La novela es básicamente la última y extensa carta que el reverendo John Ames deja a su hijo antes de morir. Una meditación de lo que ha sido su vida y de la herencia espiritual que quiere dejarle; la única herencia que su humilde existencia le permite. 

Las luces se apagan de Erika Mann fue una compra impulsiva. Cuando cogí un ejemplar en Gibert y leí esto, no hubo vuelta atrás "En este inestimable documento histórico, Erika Mann observa los destinos de los habitantes de una pequeña ciudad alemana, desde el momento en que Hitler llega al poder, hasta la instauración del todopoderoso régimen nazi. En diez pequeños relatos, basados en hechos reales, Erika Mann muestra la realidad de una sociedad enfrentada al terror, a la denuncia y al antisemitismo".  
El mes pasado leí otra novela ambientada en los albores del nazismo After Midnight de Irmgard Keun y me quedé con ganas de más. La luces se apagan, firmada por la hija mayor de Thomas Mann, hará un papel perfecto. 

Lucy Carmichael de Margaret Kennedy. Tengo otra novela de Margaret Kennedy esperando en la estantería desde la pasada navidad (aquí os la enseñaba), y ahora me hago con una segunda de la que he visto muy buenas crÍticas, entre ellas la de nuestra querida Carmen. Lucy Carmichael cuenta la historia de una joven que, tras sufrir un gran desengaño amoroso, encuentra una segunda oportunidad para ser feliz en un pequeño pueblecito rural. 
Encontré mi ejemplar en francés en una librería de ocasión de Montpellier y cuando vi el precio de dos euros no podía creerlo. Cual fue mi sorpresa cuando al abrir el libro vi que casi todas las páginas estaban sin recortar.  Por dos euros decidí arriesgarme y firmé por un buen ratito de trabajo previo a la lectura. Con ayuda de una lima de uñas metálica fui separando las páginas una a una. Ahora mi ejemplar ha quedado como el pergamino de la Isla del tesoro, pero espero que al menos todo el esfuerzo, reciba su recompensa.

Y ya lo habéis visto en la fotografía ¡he añadido un nuevo D.E Stevenson para mi colección y soy feliz!  Mrs. Tim es el primer volumen de la otra serie escrita por Stevenson. Muchos lectores la adoran con la misma devoción que la serie de la Señorita Buncle y, cruzo los dedos para encontrarme entre ellos. En esta ocasión la protagonista es la mujer de un oficial británico que es destinado a Escocia. Al igual que en otras novelas de Stevenson, las escenas domésticas y la vida cotidiana de un pequeño pueblo y sus comidillas ocupan la parte central de la trama.  Espero que la preciosa portada esté en consonancia con el contenido.

Y para terminar con la ficción, los tres últimos Persephone que he añadido a mi estantería. Hace unas semanas me llegó al correo una oferta con motivo del que habría sido el 109 cumpleaños de Mollie Panther-Downes. Si comprabas dos novelas grises te llevabas de regalo uno de los tres libros de Mollie publicados por Persephone.  No me pude resistir y compré dos títulos que estaban a la cabeza de mi lista de deseos Persephone y me llevé de regalo Minnie's Room.
El primer título que elegí, High Wages, cuenta la historia de una chica trabajadora que en los albores de la IGM consigue abrir su propia tienda de moda. Después de Someone at a Distance necesitaba leer otro libro de Dorothy Whipple y este tiene muy buena pinta. El segundo es Lady Rose and Mrs Memmary  de Ruby Ferguson, un libro que he querido leer desde la primera vez que abrí el catálogo Persephone y leí esta frase "a little book about dreams and the hard world of money and position and their relations to one another. It's also a love story and a love letter- to Scotland". ¿Una carta de amor a Escocia? ¡Casi como si estuviera hecha a mi medida!

Libros grises y ramitas de brezo, las bellezas sencillas que prefiero.
Y ahora pasemos a los títulos de no ficción.
Los dos primeros, Ladies of the Manor y Women in the 1920's de Pamela Horn, los encontré en The Abbey Bookshop a muy buen precio. Son dos ensayos sobre historia de la mujer en Reino Unido. El primero cubre el periodo comprendido entre 1830-1918 y lleva como subtítulo Wives and Daughters in Country-house Society; será un excelente compañero a Hijas y esposas de Elizabeth Gaskell. El segundo cubre la época eduardiana, la IGM y su impacto en la vida de las mujeres y las transformaciones de los años 20.
Ambos libros estén profusamente ilustrados con pinturas, carteles publicitarios y caricaturas de época. Ya os contaré si el estilo es agradable y sencillo para los que tengáis un poquito de respeto al inglés.

En Shakespeare and Company descubrí el último de los libros que he comprado Manhattan, when I was young de Mary Cantwell. La autobiografía de la propia autora en la que cuenta sus experiencias como joven escritora recién llegada a la gran ciudad en los años 50. Un piso compartido en el Village, el glamour de las grandes veladas, la búsqueda de oportunidades, la soledad, la competencia despiadada…todo aparece descrito a través de los ojos de Mary para dar forma a ese Nueva York de antaño. ¡Estoy desando leerlo!

Y para terminar os enseño el magnífico regalo que me hizo mi amiga Stephanie. Después de seis años sin vernos, tras haber estudiado juntas en la universidad, el pasado mayo por fin pude ir a verla a Nueva York. En septiembre ella me devolvió la visita en París y pasamos juntas unos días estupendos: comimos crêpes, despotricamos contra la vuelta de los pantalones de campana, bebimos buen vino, reímos como en los viejos tiempos y…nos dijimos un triste "hasta pronto". Pensaba que las sorpresas terminarían aquí, pero entonces, unas semanas después, me llegó al buzón un paquete y en su interior un libro perfecto, Encyclopedia of British Women's writing, 1900-1950. ¡Cuando uno te conoce bien no puede fallar!
¿No os parece que la silueta pertenece a Virgina Woolf?
En este precioso volumen se recogen, a modo de enciclopedia, las biografías y los títulos de las obras de escritoras británicas (más o menos conocidas) de la primera mitad del siglo XX: Elizabeth Bowen, Virginia Woolf, Elizabeth Taylor, Katherine Mansfield, Elizabeth Goudge, D.E Stevenson, Vita Sackville-West…tantas y tantas por nombrar, ¡tantas y tantas por descubrir! También contiene entradas correspondientes a un sinfín de temas: cultura, educación, arte, sexología…¡Qué os puedo decir! No puedo dejar de hojearlo, de hacer listas, de planear lecturas. Es una auténtica mina de oro para todos lo que aprecien los clásicos modernos escritos por mujeres. Una joya que guardaré con mucho cariño en mi estantería. 

Y hasta aquí el recorrido por mis nuevas adquisiciones. Espero que alguno de los títulos os haya despertado la curiosidad y que podáis disfrutarlos en el caso de incorporarlos en vuestras estanterías. 

Un fuerte abrazo y muy felices lecturas a todos. 

PD. En la fotografía se me ha olvidado incluir el volumen de las Cartas de Katherine Mansfield que ya os enseñé aquí. Desgraciadamente en español solo he podido encontrar esta edición argentina de los textos privados de Katherine, que me temo será difícil encontrar.
PD1. Perdonad el retraso en contestar a vuestros comentarios. Ya he retomado las conversaciones pendientes en las Notas de septiembre :)

jueves, 15 de octubre de 2015

Ana la de la Isla de Lucy Maud Montgomery

Tercer tomo de la serie y ambiente otoñal en sus páginas.
Empieza el otoño y no es mala idea celebrar la ocasión regresando a Avonlea
Desde que hace unos años la editorial Toro Mítico decidiese rescatar las novelas de Lucy Maud Montgomery, el nombre de este pequeño pueblecito ficticio de la Isla del Príncipe, se ha ganado un lugar destacado en el corazón de muchos lectores. 

Algunos ya conocían a Anne Shirley de la infancia; otros llegaron a ella a través de la preciosa serie protagonizada por Megan Follows, y otros acaban de descubrirla gracias a la reedición de sus aventuras. Lo cierto es que poco importa si el encuentro se produjo en la niñez, la adolescencia o la edad adulta. La magia de Avonlea opera en cualquier momento y casi en cualquier persona.

En entradas anteriores ya os hablé del primer y del segundo tomo de la colección: Ana la de Tejas verdes y Ana la de Avonlea (pinchad en los títulos para acceder a las reseñas). Creo que ya es tiempo de abordar Ana la de la isla, tercer tomo de la serie, y gran favorito de los más románticos.

Cuando se abre la historia, Ana ya ha cumplido dieciocho años y se dispone a dejar Tejas verdes para viajar a Kingsport e ingresar en la Universidad. Por delante le esperan cuatro años de intensa formación, en los que tendrá que decir adiós a los viejos conocidos y enfrentar los primeros desafíos de la edad adulta. Pero, por fortuna, no estará sola; en el camino encontrará nuevas amistades, recibirá inesperadas proposiciones de matrimonio y conocerá al fin a ese hombre soñado que tantas veces había imaginado. 

Escenas de la serie que corresponden a Ana la de la Isla
Quizá una de las frases que mejor definan esta tercera entrega sea "dejaba el hogar que le era tan querido y algo le decía que lo abandonaba para siempre, salvo, quizá, como refugio de vacaciones. Las cosas no volverían a ser igual; volver por vacaciones ya no sería como vivir allí." Ana la de la Isla marca el principio de la independencia de Ana y la ampliación de su mundo más allá de la pequeña comunidad de Avonlea. 

La novela, al igual que sus dos predecesoras, está colmada de optimismo y energía; de esa ilusión que embarga al que empieza una nueva etapa llena de posibilidades. Ana por fin ve cumplido su sueño de ser universitaria (¡la primera jovencita de Avonlea que se atreve a ello!) y, como siempre, su vitalidad y su ilusión se contagian en cada página. 
Los años que uno pasa en el universidad son formativos en muchos aspectos; quizá me atrevería a decir que la formación personal que uno experimenta durante esa etapa, supera incluso a la académica; y el caso de Anne Shirley no será diferente. 
En Redmond, Ana traba amistad con un grupo de chicas, alegres e inteligentes, que terminan convirtiéndose en excelentes compañeras. En la casa que comparten, todas sueñan despiertas con lo que les espera a la vuelta del camino y entre horas de estudio, risas y charlas,  todas construyen hermosos planes de futuro. El de Ana, como muchos esperábamos, será convertirse en una prestigiosa escritora. Algo que como veréis, terminará consiguiendo pese a los batacazos iniciales.

Pero estas alegrías y logros personales se ven empañados por la sensación agridulce que la embarga cada vez que regresa a Tejas verdes. Es entonces cuando Ana descubre que ya nada volverá a ser como antes. La despreocupación de los días de la infancia ha desaparecido; los viejos amigos han crecido y se enfrentan a nuevos retos. Algunos han dejado Avonlea, otros como Diana se han casado y convertido en madres; y el matrimonio y el amor, ese estado que todo lo cambia, parece interponerse también en su vieja camaradería con Gilbert. 
Ana no puede evitar pensar "que horrible es crecer, casarse y cambiar, dejar atrás los rincones seguros y enfrentarse a cambios y decisiones." Por primera vez los sueños y los ideales románticos de Ana deberán enfrentarse a la realidad y no será nada fácil para ella.

Ana la de la Isla es una de las entregas de la serie que más sentimientos remueve en mi interior. Cuando la leí siendo niña me encantaba por el romance naciente entre Ana y Gilbert. Ahora, leerla después de pasar por la universidad, me hace quererla todavía más, si eso es posible. Con la experiencia a cuestas, leo con nuevos ojos y comprendo la incertidumbre que se apodera de Ana: el miedo a qué vendrá en el futuro, el dolor por dejar tu antiguo hogar, el ver como cambian tus viejas amistades… 
Lucy Maud Montgomery consigue capturar en esta historia todas estas emociones y nos muestra lo doloroso que puede resultar enfrentarse a la madurez. Doloroso pero también necesario. Ana deja atrás la niñez y algunos de sus sueños, pero al final descubre que el futuro que tiene por delante puede ser aún más hermoso de lo que había soñado. 

Espero de corazón que disfrutéis con Ana la de la Isla; y si todavía no habéis empezado con la serie, por favor dadle una oportunidad. Estoy casi segura de que no os arrepentiréis.

Un abrazo y muy felices lecturas a todos.

PD. Ana la de la Isla ocupa el año 1915 en mi Century of Books.

jueves, 8 de octubre de 2015

Notas de septiembre

Una escapada a Montpellier me ha tenido desconectada durante la primera semana de octubre pero, aún no es demasiado tarde para ponerle el broche final a septiembre con unas cuantas notas. Vamos a allá.
Escenas de la película donde
podéis admirar el precioso vestuario 

- Este mes por fin he podido ver Testament Of Youth, una película que esperaba con impaciencia desde principios de año y que temí nunca se estrenaría en Francia. Decir que ha merecido la espera es quedarme corta; los actores, la fotografía, el vestuario y el guión son impecables y respetan con fidelidad las conmovedoras memorias de Vera Brittain. No quiero adelantar nada más porque os hablaré con más detalle de ellas en la entrada que estoy preparando sobre el libro. Mientras tanto, por si todavía no lo habéis hecho, no dejéis de pasaros por los rincones de MagratMinea, y Polly. Ellas ya han podido ver la película y hablan con mucho sentimiento y razón sobre sus impresiones. 

- Otro de los grandes acontecimientos del mes ha sido la lectura de Hijas y esposas de Elizabeth Gaskell en el seno del Club Pickwick. Reservaba con mucho mimo esta lectura porque junto a Ruth eran las dos últimas novelas de Elizabeth Gaskell que me quedaban por leer. ¡Me apena tanto pensar que muy pronto ya no tendré más historias de Gaskell por descubrir!
Pronto tendréis la reseña de Hijas y esposas haciéndole compañía a las otras novelas de la autora que ya han aparecido en el blog: Norte y Sur, Las Confesiones de Mr. Harrison, Los amores de Sylvia y Mary Barton. Si todavía no os habéis atrevido con Gaskell ¡no lo dudéis! Seguro que no os defrauda.

- Otra de las cosas que más me ha gustado descubrir durante el mes de septiembre ha sido el último documental de Yann Arthus-BertrandHuman. Una experiencia que muestra la cara más oscura y también la más hermosa del ser humano. A través de imágenes majestuosas y de testimonios personales, los protagonistas de Human hablan desde todos los rincones del planeta sobre el amor, la soledad, la amistad y la muerte; de la ira, la esperanza y del miedo. De todas las emociones y experiencias que nos hacen humanos y que nos igualan a pesar de nuestras diferencias.  Jean y yo vimos la versión reducida que se emitió con motivo de su estreno en France 2, pero la versión íntegra está disponible en youtube y con subtítulos en español. Si tenéis la ocasión no dejéis de verlo, es fascinante y encoge y ensancha el corazón a partes iguales.

- Otro hallazgo que me alegró el día por su belleza, fue este artículo de The Atlantic. En él se habla del misterioso descubrimiento de unos negativos que una chica hizo en una tienda de antigüedades. La propietaria compartió las fotos reveladas en su perfil de facebook y pronto las incógnitas empezaron a surgir ¿cuándo se tomaron las fotografías? ¿quién era el fotógrafo y la modelo? ¿datan de los años cincuenta o se trata de un montaje? A día de hoy todavía se sigue buscando respuesta a esas cuestiones. Lo cierto es que para mi tiene poca importancia el que se trate de un montaje o no. Las fotografías son absolutamente sublimes y estoy feliz de haber podido disfrutar de ellas. Los tonos pastel del amanecer, la silueta de la mujer adentrándose en el mar o mirando el horizonte, el pañuelo rojo que lleva atado en la cintura…todo suena a poesía para mi. 


- Y que sería de la notas sin una pintura que ilustre el mes correspondiente. Esta vez la inspiración llegó mientras leía Ana la de la Isla de Lucy Maud Montgomery. La acción de la novela se inicia precisamente en septiembre, con las protagonistas charlando en un huerto. "Ya termina la cosecha, ya se va el verano", citó Anne Shirley, mientras contemplaba soñadora los campos segados. Diana Barry y ella habían estado recogiendo manzanas en el huerto de Tejas Verdes, y ahora descansaban de sus labores en un rincón soleado… el paisaje que las rodeaba anunciaba ya el otoño."

En cuanto vi esta pintura de Edmund Blair Leighton supe que era la ilustración perfecta de la escena. La naturaleza es especialmente generosa y exuberante cuando llega el otoño y los frutos se agolpan en los árboles. Yo no tengo huerto, ni árboles frutales, y mis mermeladas vienen directas del supermercado, pero se que todavía hay gente que dedica parte de su tiempo a confeccionar dulces caseros. Precisamente, no hace mucho, coincidí con dos señoras en la cola del súper que discutían acerca de sus recetas y astucias para elaborar una buena mermelada. Ambas iban cargando con varios paquetes de azúcar y yo no pude evitar sonreír al imaginarlas liadas entre cacharros en sus respectivas cocinas. 
¿Harían lo mismo las dos mujeres de la pintura con esos cestos repletos de manzanas? ¿varios tarros de compota, pasteles y chutney de manzana para acompañar un plato de queso? En todo caso ya me estoy relamiendo los dedos solo con pensarlo.

September, Edmund Blair Leighton (1915)

Y para cerrar estas notas, un repaso a lo que he leído durante el mes de septiembre: cinco novelas y una autobiografía que me han regalado excelentes momentos de lectura. De Someone at a Distance de Dorothy Whipple ya os hable en su reseña y poco más puedo añadir. 
En cuanto a After Midnight de Irmgard Keun creo que no voy a dedicarle una entrada propia. Me gustó muchísimo la ambientación y la forma en la que la autora consigue captar la atmósfera asfixiante y el miedo que se respira en las ciudades alemanas en los días previos a la instauración del Tercer Reich. Pero la historia de su joven protagonista, Suzanne Moder, me dejó algo fría y no pude involucrarme en ella como me hubiese gustado. Por eso quizá no la recomendaría como novela, pero si como testimonio de la tensión y de la histeria que reinaba en la Alemania de los años treinta. Irmgard Keun, su autora, vio como sus libros fueron censurados por el régimen nazi y tuvo que permanecer en la clandestinidad para evitar las represalias. After Midnight, publicado en 1937, es pues un símbolo de su valentía y de su compromiso, y solo por eso ya merece ser recuperado. Ocupa el año 1937 en mi Century of Books.

Después vienen las dos lecturas de Muriel Spark que me han encantado y tendrán su propia entrada en el blog, La plenitud de la Señorita Brodie y Curriculum Vitae (su autobiografía). De veras que adoro como escribe Muriel Spark; y las descripciones que hace de Edimburgo…¡qué maravilla! Casi me parecía estar andando por sus calles de nuevo. Muriel y yo, una gran amistad en ciernes.
Y por último ¡Así de grande! de Edna Ferber, una lectura que pudo haberse convertido en coup de coeur de no haber sido del rumbo que toma en la segunda parte. Aún así la he disfrutado muchísimo y por supuesto tendrá su propia reseña. Selina Peake, la protagonista de la historia, es una de esas heroínas cuyas historias me gusta admirar y devorar. Una mujer fuerte y de marcadas convicciones que se enfrenta a lo que el mundo espera de ella. Selina me recordó muchísimo a otra protagonista que nunca olvidaré Sybylla Melvyn de Mi impresionante carrera. ¡Un hurra por ambas!


Por hoy, nada más. Un abrazo grande a todos y muy felices lecturas.