Cae la tarde sobre Notre-Dame |
Estos seis días se me han pasado tan rápido que ahora tengo la sensación de haberlos soñado. Menos mal que ahora quedan las fotos y los recuerdos para conservar todos los buenos momentos que hemos vivido.
El tiempo anunciaba lluvia para toda la semana, pero tuvimos suerte y al final todo se redujo a la presencia amenazante de las nubes sobre nuestras cabezas. Como todos habíamos visitado ya París en excursiones marathonianas, decidimos disfrutar de tranquilos paseos por rincones más secretos, escondidos a los ojos de los turistas.
La tour Eiffel en primavera |
Si tenéis pensado venir a París reservad algunos días para conocer el canal Saint-Martin y el parque de Buttes Chaumont. Justo al ladito de la entrada del Louvre, desviaros hacia el Palais Royal y la cercana Galerie Vivienne. En su interior parece haberse detenido el tiempo y podréis sentaros a tomar un té con deliciosa pastelería casera (A priori thé).
Si el cuerpo os pide libros no hay mejor sitio que el universitario Quartier Latin. Perderos por las callejuelas de la Montagne Sainte-Geneviève y sus numerosas librerías. Una vez las manos cargadas de conocimiento dirigíos de nuevo al Sena. Una parada en la Ile de Saint-Louis y por un nuevo puente, dirección al Marais con sus tiendas de moda y sus pintorescos negocios judíos. Aquí está el Musée Carnavalet (Museo de Historia de París). La visita, además de gratuita, es perfecta para los amantes del pasado y sus vestigios.
Una vez hecho este recorrido nosotros no pudimos evitar hacer la visita de rigor a las dos grandes damas parisinas. Tanto Notre-Dame como la Tour Eiffel lucen preciosas en esta época del año como podéis ver en las fotos.
Como teníamos tiempo suficiente y ganas de aventura decidimos coger el coche y escaparnos a Normandía. Jean y yo ya empezamos a conocer bien la región y queríamos que nuestros amigos se enamorasen de ella tanto como nosotros. Empezamos por Deauville y fuimos remontando la costa hacia el Norte, sin rumbo fijo ni apremios por cumplir con un horario establecido. Con el mar siempre en el horizonte, ante nuestros ojos se iban desplegando prados interminables, donde el verde de la hierba se intercalaba con el blanco y el rosado de las flores de los manzanos. Aquí el hombre es solo un invitado, dejando el protagonismo a la naturaleza y a las plácidas vacas, dueñas absolutas de los prados y del paisaje.
Paramos en el pintoresco pueblecito de Honfleur y a mi no me hubiese importado terminar aquí mi viaje. Antiguo puerto tradicional, los pescadores normandos han hecho hueco a numerosos pintores y escritores que han elegido Honfleur como lugar de residencia y de inspiración. Aquí repusimos fuerzas con unas suculentas galettes (crêpes salados) y una sidra casera que bebimos en los tradicionales cuenquecitos de barro.
Varios pueblos y bastantes kilómetros más adelante llegamos a Etretat; en ese momento todos quisimos ser gaviotas y poder volar. Frente a nosotros se erigían, desafiando al mar, unos majestuosos acantilados blancos. En medio de ellos se abría una playa de guijarros desde donde la gente comenzaba el ascenso hacia lo alto de las colinas.
Muchos escalones después nosotros también estuvimos arriba y respiramos. Una robusta iglesia normanda nos dió la bienvenida y el viento del Canal de la Mancha nos llenó los pulmones de mar y el espíritu de ensoñaciones. Frente a nosotros solo el cielo, el mar y la promesa de las costas de Inglaterra un poco más adelante.
Muchas fotos, conversaciones y risas después empezamos el descenso y continuamos nuestro camino. Ahora el horizonte era la vuelta a las despedidas y a la rutina; pero una parte de nosotros se quedó en esos acantilados. Los cuatro permanecemos allí libres para imaginar nuevas aventuras al otro lado del mar y ligeros para emprender el vuelo siempre que sea necesario.
El próximo reencuentro será ya en Alicante (cuento los días para ese momento). Mientras, yo vuelvo a mis libros y a mis lecturas. Tengo varias reseñas listas para compartir con vosotr@s, pero ahora os dejo con el libro que me acompaña en este momento "El país del delfín verde". También tiene el mar como protagonista y de momento no me alejo del Canal de la Mancha. La acción transcurre en la isla de Guernsey en el año de 1840. De momento lo estoy disfrutando muchísimo y si se mantiene así creo que no voy a tardar mucho en poder hablaros de él :)
Que tengáis un muy feliz lunes!
PD. Estefanía ya te echo de menos :(
El precioso pueblecito de Honfleur |
Paramos en el pintoresco pueblecito de Honfleur y a mi no me hubiese importado terminar aquí mi viaje. Antiguo puerto tradicional, los pescadores normandos han hecho hueco a numerosos pintores y escritores que han elegido Honfleur como lugar de residencia y de inspiración. Aquí repusimos fuerzas con unas suculentas galettes (crêpes salados) y una sidra casera que bebimos en los tradicionales cuenquecitos de barro.
Acantilados de Etretat y nosotras frente al horizonte |
Muchos escalones después nosotros también estuvimos arriba y respiramos. Una robusta iglesia normanda nos dió la bienvenida y el viento del Canal de la Mancha nos llenó los pulmones de mar y el espíritu de ensoñaciones. Frente a nosotros solo el cielo, el mar y la promesa de las costas de Inglaterra un poco más adelante.
Muchas fotos, conversaciones y risas después empezamos el descenso y continuamos nuestro camino. Ahora el horizonte era la vuelta a las despedidas y a la rutina; pero una parte de nosotros se quedó en esos acantilados. Los cuatro permanecemos allí libres para imaginar nuevas aventuras al otro lado del mar y ligeros para emprender el vuelo siempre que sea necesario.
Noche de lectura |
Que tengáis un muy feliz lunes!
PD. Estefanía ya te echo de menos :(
17 comentarios:
Muy buen relato de vuestros paseos y excursiones. Es una alegría cuando se está fuera (aunque feliz) y alguien a quien quieres te visita. Me apunto tus recomendaciones cuando vuelva por París.
Un saludo y a la espera de tu reseña sobre El país del delfín verde. Tengo una suerte increíble con las historias que se desarrollan en Guernsey. Ya he leído varias y todas me han encantado.
Un saludo.
Me ha gustado mucho el post. Me encanta París y hace tiempo que quiero volver. La época del año en que lo visité fue otoño y la Avenida de los Campos Elíseos estaba llena a más no poder de hojas secas, con lo que a mi me gustan. Me quedé media hora haciendo fotos, jeje. Normandía es una espinita que tengo ahí y que me tengo que sacar.
¡Un beso!
Leyendo el post, aquí encerrada con luz artificial, de verdad que me imaginé allí, al lado de los acantilados con esas sensaciones que siempre dan el mar y la naturaleza! tienes una capacidad para describir increíble de verdad! consigues transmitir muy bien lo que tú sentiste y eso no es nada fácil!
Y qué chulada de recorrido, además con tu amiga que cuando se está lejos esas visitas se disfrutan mucho más! Y ay París, fue a visitarla el año pasado pero lo que me gusta de esas ciudades es que siempre queda algo por descubrir y si vuelvo no olvidaré tus recomendaciones! (por donde si estuve fue por el barrio del Marais y me pareció una pasada!)
Besines! y estoy deseando leer la reseña del libro que ya cuando hablaste de él me atrajo un montón!
He descubierto tu blog, gracias al blog Qué leería Jane Austen, y me alegro mucho porque es precioso!
Me quedaré por aquí ^^
Saludos!
Hola Marie,
Que bien viene una visitita cuando se está lejos de casa, verdad?
A mí me gusta París en todas las estaciones, pero cuando más me ha emocionado fue justo antes de Navidades, con todos los árboles de los Campos Elíseos envueltos en luces azules. Supongo que no soy imparcial, soy una enamorada del mes de diciembre (me puede el márketing).
No conozco ninguno de los pueblecitos que dices. De Normandía, sólo he visitado Rennes y el Mont Saint Michel. Sin embargo, gracias a ti, parece que yo también he vuelto a pasear por los campos verdes de Normandía y echar un ojito a esos pueblo, llenándome yo también los pulmones de aire salitroso.
Y se me hace la boca agua con esos cuencos de sidra! Qué rico beber en cuencos, como Heidi! (como la envidiaba cuando tomaba leche en cuencos de madera)
Gracias por mostrarnos tu viaje!
Me quedo a la espera de tu reseña (es precioso el marcapáginas).
Un beso enorme!!
¡Que alegría recibir personas de visitas cuando estás fuera de casa!
¡y ver con ellas las maravillas que uno ya conoce!
¡gracias por compartir!
En un principio pensé en decirte...¿Has visto Antes del Atardecer?,...pero viendo que eráis más de dos.
Marie...mientras nos ibas contando tu viaje, me he sentido de excursión...Aunque conozco un poco de Normandía, no llegué a visitar Honefleur y Etretat,...nombres que me suenan de libros, y de autores como Henry James.
Tuvo que ser un viaje maravilloso, y en especial sentir la caricia de los amigos.
Espero que vuestro reencuentro no se demore mucho...y sí hay excursiones de por medio, por favor, manenternos alerta.
Paris está preciosa en primavera. Sólo la conozco en verano...y hace ya más de dos lustros. Espero poder ir algún día de nuevo. Y recorrer sus calles. Especialmente esas que no nos nombras sobre las librerías. Las anoto en mi libreta, para que no se me escapen...y sí lo hacen...que porfavor, me lleven con ellas.
Un beso grande...una entrada preciosa.
Por cierto...ese libro...el que nombras, lo leí en otro blog, allá por el otoño y tomé nota de él. Lo has encontrado en castellano o en otro idioma?? Porque quiero echarle el ojo, a pesar de que esperaré a tu reseña.
Un besin
Hola Marie, cuando vaya a Francia, volveré a leer tu post más detenidamente para tomar nota de todo lo que dices.
Todas las fotos están muy bonitas, mis favoritas son las del pueblecito de Honfleur, me encanta la naturaleza.
Por cierto, el sábado pasado fui a comprar libros, y vi ese, el país del delfín verde, pero como no había oído hablar de él, no lo compré, y escogí "Maria Antonieta" de Stefan Zweig, al cual si conozco.
Espero no haberme equivocado...sino avísame a ver si no se lo han llevado :O
Un abrazote!!
Mariuca a mi me pasa exactamente lo mismo! No se que tiene esa isla pero todas las novelas que leo sobre ella me encantan!
De momento El delfín verde me está gustando muchísimo :)
Un beso.
Muchas gracias Carol!
La verdad es que en Otoño con los montones de hojas también está precioso, aunque el fresquito ya aprieta :)
Ojalá puedas sacarte pronto la espinita de Normandía porque es una región preciosa.
Un besito!
Ay Jane muchísimas gracias!! Es que me ha poseído el espíritu de Pilcher :D Me alegro de que hayas podido viajar a Normandía con nosotros. Aunque tu como asturiana también tienes al alcance paisajes preciosos!!
A mi también me encanta el Marais! Es un barrio lleno de vida y super cuidado; es una gozada pasear por él y ojalá pudiera vivir en alguna de sus casitas :)
Muy pronto os traigo la reseña del Delfín verde.
Un beso grande!
MAV muchísimas gracias!!
Que ilusión me hace que te quedes por aquí :) Bienvenida!
Un besito!
Y que lo digas M°José!
Ay si es que en Navidad no hay ningún sitio feo jeje A mi también me encanta el márketing navideño y en Parí es grandioso! Las vitrinas de este año en las Galeries Lafayette eran de ensueño. Con las princesas Disney y todo.
Yo también estuve en el Mont Saint Michel y vaya sitio más impresionante! Aunque estuvimos esperando una eternidad a que subiera la famosa marea :)
Me alegro de que te hayas venido de viaje conmigo y hayas bebido sidra en los cuenquitos como Heidi! Que razón tienes! Solo nos faltaron las lonchas de queso fundido con rebanadas de pan.
Gracias como siempre por tus comentarios!
Muy prontito la reseña :)
Otro beso enorme para ti!
Gracias a ti por comentar Bibliobulimica! Que ilusión me hace, porque después de ver tu blog ya vas a tener una nueva asidua :)
Ay María esa película me encanta! Gracias por recordármela!
Y como me alegro de que tu también hayas podido viajar con nosotros. Ahora poquito a poquito ya os siento como a alguién más de la familia :)
Creo que París esta bonito en cualquier época, pero siempre es agradable pasear con las temperaturas de primavera. Ojalá puedas volver pronto y visitar todos los lugares que has ido apuntando en tus libretas!
Creo que yo daría un tesoro por ver tus libretas; tienen que estar llenas de buenas citas y preciosas referencias.
Y menuda suerte para mi! Encontre el libro en un puesto de segunda mano aquí en París y encima en castellano! Es una edición viejecita de 1949 pero se puede leer muy bien.
La estuve buscando durante mucho tiempo y creo que la publicaron en una colección que se llamaba "Los novelones de la Ser". Mira a ver si en librerias de ocasión consigues dar con él.
Un beso grande!
Ay Pilar si vienes a Francia tienes que avisarme porque estaré encantada de hacerte de guia :) Me alegro de que te hayan gustado las fotos; Honfleur es un pueblecito precioso, yo no me quería ir de allí jeje
Y has hecho una muy buena compra porque el libro de Zweig sobre María Antonieta es uno de los mejores y más amenos sobre ella (junto con el de Antonia Fraser. Si te gusta su trágica historia creo que vas a disfrutar de todo lo que vas a aprender en ese libro.
El "Delfín verde" estoy a puntito de acabarlo y la verdad me ha gustado mucho (tiene algunas cositas algo pesadas, como el tema religioso) pero es una historia muy bonita que creo te gustará!
Así que si lo ves a buen precio...no lo dejes escapar!!
Otro abrazote para ti Pilar!
Gracias!! Lo tendré en cuenta!!
Un beso muy grande!!
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