lunes, 15 de abril de 2013

El olvidado arte de guardar secretos de Eva Rice

Cuando tengo que coger el avión (algo, para terror mio, bastante frecuente en estos últimos tiempos), intento encontrar un libro que se adapte a las circunstancias. Primero y principal, este jamás debe tratar de aviones, de accidentes o de cualquier tragedia relacionada con viajeros, no esta el corazón relajado como para añadirle tensión al pobre; segundo no debe pesar mucho, sobre todo si una viaja en Ryanair y tercero debe tener una trama ligera (pero no insustancial), que nos permita interrumpir la lectura en los momentos de facturación, embarque y eventuales conversaciones con un compañero de asiento parlanchín.

Para estas vacaciones había encontrado un libro que parecía cumplir el cometido a la perfección. Londres, años 50, una vieja mansión, dos jovencitas que se encuentran por casualidad a la hora del té, un aire de Rock and roll...¿Acaso necesitaba un solo detalle más para tentarme? Así pues, elección hecha, el librito se paseó conmigo por la terminal de Alicante y me acompañó hasta el momento de aterrizar en Orly. No duró lo nuestro ni un solo minuto más y es que…¡Me lo devoré de una sentada! 

La locura del Rock and Roll
En 1954, Penelope Wallace nuestra protagonista, tiene dieciocho años. Junto a su madre y su hermano  vive en una imponente mansión que se cae a pedazos, último vestigio de la antigua riqueza familiar. Huérfana de padre, fallecido en el frente, Penelope es una chica tímida que reparte su tiempo entre sus clases en una escuela de arte, su trabajo a tiempo parcial en una tienda de antigûedades y los interminables días en Milton Magna Hall, la decrépita mansión familiar. Pero en el fondo, lo que ella desea, es una vida más trepidante, bien alejada de las monótonas costumbres británicas y más parecida a la de esos jóvenes americanos y sus alocadas diversiones.
Ese sueño se hace realidad cuando conoce por casualidad a Charlotte, una jovencita con la que comparte su pasión por el rock and roll. Gracias a Charlotte y a su excéntrico primo Harry, que se mueven como pez en el agua entre los saraos de la nueva juventud dorada londoniana, Penelope, como el resto de su generación, dejara atrás los horrores de la guerra y buscará la felicidad en un mañana que parece prometedor.



¿Os apetece un "Grease" a la inglesa? Pues aquí tenéis muchos de los ingredientes necesarios. Tenemos música, bandas de "Teddy boys", jovencitas de buena familia y bailes de ensueño, pero hasta aquí las similitudes con el ambiente americano! Esta es una novela so british; y no solo por que tomemos el té con scones de gengibre, y cantidades ingentes de mermelada de grosellas. 


Teddy boys al acecho de señoritas
El contexto y el ambiente británico está muy bien logrado y me han encantado los constantes guiños que hace la autora a la cultura popular y a la literatura británica.  En esa bien recreada atmósfera, Milton Magna Hall se lleva el primer puesto en cuanto a escenarios. Pasear por las estancias del hogar de Penélope, es como disfrutar de unas verdaderas vacaciones en la campiña inglesa, aunque todo hay que decirlo, unas no muy alegres vacaciones. El fantasma de la guerra sigue planeando por la casa y sobre todo en el pensamiento de sus habitantes.

Durante la lectura sentimos enseguida que estamos en un país en reconstrucción y  gracias a  la entrañable galería de personajes que tenemos delante, la autora muestra el contraste entre una generación que todavía llora las perdidas y una juventud llena de ganas de vivir. 
Y esto es lo que más me ha gustado de la novela, que pese a que es una trama ligera, la autora no ha descuidado ni a uno solo de los personajes. 
Todos están bien cuidados y es muy fácil cogerles cariño. Penélope y Charlotte son encantadoras y es fácil identificarse con sus complejos y sus dudas hacia el amor y el futuro, propias de cualquier adolescente. Pero si tengo que elegir un personaje, sin duda, me quedo con Harry, el excéntrico primo de Charlotte. Desde el primer instante me lo imaginé con el aspecto de mi querido Ben Whishaw. Es irónico y siempre tiene un comentario malévolo en la punta de los labios, pero enseguida se le ven sus intenciones y sabemos que solo es así con las personas que le importan de verdad, como Penélope.


Penelope y Harry
Es cierto que tenemos una historia de amor, un secreto y momentos emotivos, pero el eje central de la historia es mostrar el tremendo impacto que el "American Way of life" tuvo en la sociedad británica. Todo esta invadido por el sentimiento de que lo que viene del otro lado del Atlántico es con diferencia mucho mejor que lo de casa. La música, la ropa, el cine, hasta los electrodomésticos cautivan a pequeños y mayores. Y de todo ello es de lo que vamos a disfrutar en la novela, de esa ambiente de fiesta y consumo desmesurado que caracteriza a los años 50.

No esperéis pues un libro profundo, que vaya a dejaros una huella intensa, sino una historia alegre y optimista que se lee en un suspiro. Uno de esas novelas perfectas para leer durante el trayecto de un viaje en tren o avión o para intercalar entre dos lecturas más densas. 

Y ahora no puedo evitar compartir con vosotr@s algunas imágenes de vestidos que fui viendo mientras hacía la reseña. Es que me he enamorado de todos! Ya me estoy viendo con ellos puestos, al estilo de Penélope y Charlotte, mientras bailo al ritmo de la música de Elvis y de Johnnie Ray :) 
Feliz comienzo de semana para todos!

Me llevo uno de cada!

10 comentarios:

Unknown dijo...

Me llevo este libro puesto ya mismo!!! es que según te estaba leyendo me decía sí, sí me apetece un montón sumergirme en ese ambiente brithis! además me gusta tener siempre este tipo de libros en reserva para como tú dices leer entre lecturas más complicadas y así relajar y cambiar un poco el chip. Ya lo apunté en mi libretina así que no se me escapa!

Estupenda recomendación, gracias!

Isi dijo...

Como siempre, descubriéndonos nuevas e interesantes lecturas.
Ayy los vestidos también me han encantado!! Pero la operación bikini se tendría que intensificar para entrar en esas cinturillas!! jajaa

Pilar dijo...

Hola Marie, no viajo mucho en avión, en mi vida 2 veces! espero que esto cambie pronto :)
Me encantan las historias ambientadas en esa época! Y sobre todo de la juventud. Y sobre todo muchas gracias por la advertencia, muy importante!!
Creo que he visto grease como 20 veces, con mis hermanas bailábamos la canción donde los chicos arreglan el carro para la competencia :)
Y los vestidos son divinos!! Me quedo con el de la derecha de todas maneras!
Un abrazo!!

Marie dijo...

Me alegro de que te haya gustado :) Es que de vez en cuando viene muy bien desconectar con historias ligeras pero bonitas. Todas las que vaya encontrando de este tipo tendrán aquí su huequecito!

Marie dijo...

Jajaja Isi! Pero espera...¿es que la operación bikini ya ha empezado? No me puedo creer que otro año más me haya pillado el toro, la vaca y el ternero :D

Marie dijo...

Ay Pilar, la de veces que he bailado esa canción yo también! Hasta hicimos un baile en uno de los festivales del cole :)
A mi también me encanta Grease ya ni cuento el número de veces que la he visto. Y no te preocupes te guardo el vestido de la derecha para ti :)Yo me quedo el primero!
Un abrazo!!

María dijo...

Tomo nota del libro...lo que cuentas suena la mar de interesante...para una lectura veraniega, quizá.
Un abrazo!!

Marie dijo...

Si María creo que será perfecto para una lectura junto a la playa o la piscina :)

Anónimo dijo...

grease a la british....¡quiero leerlo ya! vaya lecturas interesantes las que tienes por aquí.
¡Gracias por descubrirmelas!
un beso,
Ale

Marie dijo...

Ale disculpa responder tan tarde! No había visto el comentario!
Este libro es ideal para un ratito de lectura sin pretensiones junto a la piscina :) Espero que lo disfrutes si lo lees.
Un beso!