sábado, 4 de julio de 2015

Mañana puede ser un gran día de Betty Smith

Edición de Lumen
Como ya os comentaba en las notas de mayo, la publicación de Mañana puede ser un gran día (supuesta continuación de Un árbol crece en Brooklyn) fue para mi una de las mejores noticias literarias de los últimos meses. Todos los que hayáis leído y disfrutado de Un árbol crece en Brooklyn (reseña) entenderéis el entusiasmo, ¡uno no se cruza con libros como ese todas los días!

Así que, aún teniendo esperando en la estantería otro libro de Betty Smith Joy in the Morning, me lancé como loca a leer mi nueva adquisición. 

Volví pues al Brooklyn de principios de siglo XX para seguir los pasos de Margy Shannon, hija única de una familia humilde, que está empezando a abrirse camino en la vida adulta. Margy trabaja en una agencia de venta por correo bajo la dirección del estricto y cálido Sr. Prentiss y allí, entre sus compañeras, encuentra los beneficios de la camaradería y de la independencia. 
El pequeño sueldo que gana le permite soñar, como al resto de empleadas, con una espléndida vida futura: buenos vestidos, una buena casa y como no un feliz matrimonio, la meta natural de cualquier chica. 

Este camino parece trazarse ante ella cuando conoce al responsable y silencioso Frankie Malone.  Pero muy pronto la realidad dará cuenta del sueño y la vida prospera y feliz que ansiaba Margy, resultará mucho más gris y dolorosa.


Compañeras ¿qué nos deparará la vida?
Una vez leída la novela, me permito contestar firmemente que Betty Smith concibiese a Margy como la versión adulta de Francie Nolan. Quizá sea el inmenso cariño que siento por Francie lo que me lleva al rechazo, pero ¡deseaba con tanta fuerza un mejor destino para ella! Al menos que no hubiese tenido que soportar tantas esperanzas rotas. 
Y es que Mañana puede ser un gran día es una historia melancólica, que oscila entre contadas alegrías y demasiados sinsabores. Es uno de esos relatos de incisivo realismo que, a pesar de ser difícil de digerir, necesitamos leer de vez en cuando como antídoto a la ensoñación.
Betty Smith no escribe para facilitarnos la evasión; al contrario, nos da una bofetada en la cara diciendo: ¡Despierta! ¡Así las da la vida a veces! 

La visión realista de ese Brooklyn popular también aparecía en Un árbol crece en Brooklyn; pero la mirada de la infancia, esa capacidad de maravillarse con pocas cosas, no sobrevive a las circunstancias de la edad adulta. Casi todos los personajes de Mañana puede ser un gran día han visto quebrarse muchas de sus ilusiones. 
Así sucede con las dos familias protagonistas los Shannon, padres de Margy, y los Malone, padres de Frankie; con las compañeras de oficina de Margy e incluso con los anónimos que deambulan por las distintas escenas del libro. 
Mientras leía no podía evitar verles como los protagonistas de las fotografías de Lewis Hine, Jacob Riis o Dorothea Lange. Hombres y mujeres, derrotados por la vida, engullidos por la indiferencia de la gran ciudad.  Padres vencidos que luchan por ver triunfar a sus hijos, personas que intentan aferrarse a algo en lo que creer para soportar la pesadumbre; y en medio de todos ellos, ese ramillete de esperanzas que albergan las jovencitas como Margy. Ese sueño americano que en su caso se limita a encontrar un compañero y la felicidad conyugal. La feliz promesa que el mundo ofrecía entonces a la mujer.

Es cierto que Betty Smith lanza pequeñas denuncias en la novela sobre la discriminación de clase y sobre la hipocresía del sueño americano, pero ninguna resulta tan potente como el retrato del matrimonio que traza a través de la experiencia de Margy. Los pasajes más hermosos de la novela están consagrados a este cometido. Nunca olvidaré la forma en que Henny Shannon, mira a su hija dormida la víspera de su boda (él que conoce tan bien los estragos de un matrimonio infeliz) o el momento en el que Margy se despide de la casa de sus padres. 

Betty Smith
"Los años que había pasado en aquella casa no habían sido muy felices, pero habían rebosado de esperanzas. Le había parecido que todo lo bueno se hallaba al alcance de la mano, a la vuelta de la esquina. Al casarse había doblado una esquina. Si bien lamentaba no haberlo hecho, le entristecía tenerla ahora detrás en lugar de delante. Era una cosa menos con la que soñar."

En Mañana puede ser un gran día, Betty Smith sobresale de nuevo en la caracterización de sus personajes, en capturar esos pequeños instantes de vida que pasan desapercibidos a ojos distraídos; y aunque  no tenga la misma intensidad, ni la capacidad para conmover de Un árbol crece en Brooklyn, ha resultado ser una buena novela que estoy segura no os dejará indiferentes. 

¡Muy felices y calurosas lecturas a todos!

PD. Si os animáis con Betty Smith, os recomiendo empezar con Un árbol crece en Brooklyn. Mañana puede ser un gran día quizá resulte una lectura demasiado agridulce y no desearía por nada del mundo que os perdierais la historia de Francie Nolan.

16 comentarios:

Anónimo dijo...

un arbol crece es de los que mucha gente habla, me gustaria leerlo

DORCA´S LIBRARY dijo...

Al leer tu comentario de esta novela, me parece que el desarrollo de la historia era en cierto modo de esperar. Cuando se es niño, se ven las cosas idealizadas. Lo malo, pensamos que sólo va a durar un día, que al día siguiente, todo habrá cambiado. Es al hacerse adulto cuando la realidad, que ya estaba ahí antes, se nos hace perceptible.
La autora dijo en una ocasión que lo que relataba en Un Arbol Crece en Brooklyn era la niñez que ella hubiera deseado tener, no la que tuvo en realidad. Ya en esa novela se veía lo que le podía estar esperando a esa niña, al conocer la vida que llevaba su familia. Lo que cambia es el lenguaje. Cuando una historia es contada por la voz de un niño, en este caso una niña, todo parece envuelto en un halo de magia. La voz de un adulto es mas directa, más seca, porque es más realista.
Un abrazo.

Ginger dijo...

Yo también hice mi reseña la semana pasada ;)
Para mi no es una continuación de "Un árbol..." y coincido con que es una historia agridulce pero bonita. Totalmente recomendable.
Un beso!

Ana Blasfuemia dijo...

Aun no he leído Un árbol crece en Brooklyn y parece paso obligado, aunque parecéis coincidir en que no es una continuación clara, aunque es un "no pero sí". Que deja el primer libro un mejor sabor de boca mientras que este te deja un sabor más agridulce, quizás por esa bofetada de realidad...

Un abrazo

Carla dijo...

Me encantó Un árbol crece en Brooklyn, así que me hice con su "continuación" enseguida. No me gusta mucho como lo está vendiendo la editorial, en plan de que es la segunda parte de Un árbol... es que no sé... los nombres no coinciden, pero en fin...
Ya me imaginaba que esta lectura sería más dura que la anterior. En la otra ya había momentos complicados, pero también recuerdo que algunos capítulos los leí con una enorme sonrisa en la cara.
Tengo ganas de volver a Brooklyn con Betty Smith :)
Un beso.

Pilar dijo...

Querida Marie,
Al comienzo me encantó el título, Mañana puede ser un gran día. Yo decía, qué título tan optimista! Pero luego leí...quizá...ahhh quizá...y ya no me pareció tan optimista, sino que más bien me dio algo de miedo...
Bueno, era solo una impresión mía iiiiii
Pero esta historia me ha gustado mucho, aunque me asusta el tono melancólico que cuentas, supongo que es parte de la vida. Creo que me gustará mucho leerla cuando mi estado de ánimo esté bien alto iiiii
Te mando un súper abrazo querida Marie :D

Unknown dijo...

Cómo nos marcó 'Un árbol crece en Brooklyn'!!! Y este estoy deseando leerlo aunque ya veo por tu reseña que será más agridulce. Me encanta como lo describes cuando dices que la mirada de un niño tiene esa capacidad de ilusionarse hasta con poco y de adultos a veces la realidad es tozuda. Seguro que va ser un libro que me deja un poco de nostalgia y melancolía pero va a merecer la pena.

Gracias por esta reseña tan estupenda!! Besines!

Marie dijo...

No lo dejes pasar Nina :)

Marie dijo...

Has reflejado ese paso a la edad adulta a la perfección Dorcas. Cuando empecé a leer la novela temía que la vida adulta no fuese un camino fácil para Margy…y así queda demostrado cuando vas avanzando páginas. Esto no me ha impedido disfrutar la novela, al contrario; me gusta leer historias cotidianas, reales, que me permitan identificarme con los personajes y aprender de sus experiencias. Pero el único problema que he tenido con el libro, es que hayan intentado "venderlo" como la continuación de Un árbol crece en Brooklyn. Esta es la historia de Margy, en cuanto al destino de Francie…prefiero imaginarlo por mi misma :)
Un abrazo grande Dorcas.

Marie dijo...

Ginger voy corriendo a leer tus impresiones :)
Me alegro de que coincidamos en que la historia de Margy no sea la de una Francie adulta.
Otro beso para ti!

Marie dijo...

Ana creo que ambos libros te van a gustar, pero por encima de todo, no dejes pasar Un árbol crece en Brooklyn. Francie y tú seguro que hacéis buenas migas :)
Un abrazo grande.

Marie dijo...

Carla tienes toda la razón, a mi tampoco me ha gustado como la editorial lo está vendiendo. pero era inevitable después del "éxito" que ha tenido Un árbol crece en Brooklyn en los últimos años.
Con esta novela me temo que no tendrás tantas sonrisas; pero ya verás como merece muchísimo la pena y no te arrepientes de leerla. Deseando estoy saber que te parece :)
Un beso.

Marie dijo...

Mi querida Pilar,
ahora mismo me tienes en tu casita a hacerte una visita como Dios manda, Es que no he parado en estos días :) Qué te puedo decir de esta novela…es bonita a ratos, esperanzadora a ratitos y triste y melancólica en muchos otros. Pero ¿que vida no está hecha de esta forma? Todos tenemos momentos como esos y por eso me ha gustado tanto la historia de Margy. Seguro que tú también consigues sacarle el mayor jugo si la lees :) Pero eso si, como bien dices, cuando tengas los ánimos al súper tope :D
Yo también te mando un abrazo enorme y espérame que te escribo enseguida :)

Marie dijo...

Y que lo digas Jane!!! Qué libro más precioso!! Mañana puede ser otro día también tiene sus momentos inolvidables, Betty Smith escribe de maravilla sobre la vida cotidiana, aunque verás como están llenos de desilusiones y a veces es dificil contener la tristeza mientras lees.
Mil gracias a ti por tus palabras Jane y te mando un besito muy grande!!

Raúl dijo...

Tengo ese libro.Paul Auster habla muy bien de esa obra.

Raúl dijo...

¿Continuación?¿ Necesitas leer otro libro?