miércoles, 19 de octubre de 2016

Septiembre de la A a la Z

Septiembre y los nuevos comienzos...
Hace mucho tiempo que no hago un de la A a la Z, así que... retomemos la vieja costumbre para celebrar Septiembre y la llegada del otoño. 
Junto al mes de diciembre, esta es sin duda mi época favorita del año. Me encanta ver a los niños volviendo al cole mochila a cuestas. La vuelta a la rutina, a las ocupaciones y, al menos por estas latitudes, a ese fresquito que invita a echar mano de calcetines. Papel en blanco, lápices por estrenar y nuevos comienzos; Septiembre siempre ha estado lleno de ellos y este año aún más si cabe. Como ya os dije por twitter, Jean y yo nos mudamos a Lyon en apenas unas semanas; de ahí que estemos aprovechando al máximo nuestros últimos paseos por París.  
Aquí os dejo unas cuantas notas sobre lo que dio de si Septiembre en cuanto a libros, películas y descubrimientos. ¡Empecemos!

A de Alexandra Harris y su espléndido libro "Weatherland". Una  especie de historia de la meteorología y de la forma en que esta influyó en las obras de artistas y escritores británicos que me tuvo ocupada gran parte del mes. Hice tantos y tantos descubrimientos a lo largo de esta lectura que salí de ella maravillada: Ragnarök y el duro invierno anglosajón. Chaucer y la eterna primavera, Daniel Defoe y la gran tormenta de noviembre 1703, William Cowper y su noche de invierno resguardado en casa, Coleridge frente a la tormenta, Turner y la luz, Dickens y la niebla, Hardy y el sonido del viento en el bosque, Virginia Woolf y su historia del tiempo en "Orlando"...muy muy recomendado.

B de Bertrand Van Ruymbeke y su libro "L'Amérique avant les États-Unis". Hasta ahora mi volumen favorito sobre la historia colonial estadounidense era la trilogía "Los americanos" de Daniel Boorstin (yo lo tengo en francés, no se si podréis encontrarlo en castellano). Pero tengo que decir que peligra su supremacía, porque estoy disfrutando muchísimo del libro de Ruymbeke.  Claro y didáctico, es una lectura perfecta tanto para historiadores y estudiantes de Historia, como para los lectores aficionados interesados en el tema. Ensayos como estos, amenos y no por ellos menos rigurosos, son auténticas bendiciones. 
C por la propia cosecha otoñal que voy a hacer con el mini árbol que compré hace unas semanas. Si os digo la verdad todavía no se si es un manzano o una especie de arbusto con bayas (la botánica definitivamente no es lo mío). Pero me encanta tenerlo conmigo en el escritorio. 
Últimos paseos por París. Despedidas de mis cuadros
favoritos, aquí "Le brouillard" de Alfred Sisley.
D por Dorothy Allison y su libro "Bastarda de Carolina". Sin dudo uno de los libros más duros que he leído en mi vida. No se ni como conseguí leer ciertos capítulos sin abandonar el libro. Pero en el fondo me alegro de haberlo terminado. Nunca olvidaré la relación de Bone con sus tíos en especial con su tía Ruth. Como decía su autora en una entrevista: "Aún en medio de la violencia más absoluta, de la mayor pobreza, el amor y la ternura pueden abrirse paso".
E por mi emisión de radio favorita "La Compagnie des auteurs", que en septiembre dedicó una entrega a Jane Austen. Si sabéis francés ¡no os la perdáis!
F por "The Free State of Jones", película protagonizada por Matthew McConaughey (estrenada en septiembre) que me encantó ver en el cine. Basada en hechos reales, la cinta narra la vida del granjero Newton Knight tras la guerra de Secesión estadounidense. Si estáis interesados en la Historia de América no la dejéis pasar.
G de Gudrid Thorbjarnardóttir uno de los personajes femeninos de la saga de Erik el Rojo y de la saga de Los groenlandeses (conocidas como Sagas de Vinlandia). Gudrid es la protagonista de la novela que voy a llevar conmigo a Islandia, "The Sea Road" de Margaret Elphinstone.
H por Rebecca Hussey y esta lista de clásicos "poco conocidos" que es una auténtica mina de oro.
I de Halldor Laxness y la segunda parte de su novela "Iceland's Bell" (publicada en castellano por RBA). Si la primera y la tercera parte me parecieron correctas, la segunda parte me pareció sublime. La dureza del clima, de la vida cotidiana en una Islandia abandonada a su suerte; el carácter de sus personajes, las relaciones que traban entre ellos...maravillosa.
J por Dorothy Wordsworth y su "Grasmere Journal". Después de posponerlo año tras año por fin me he comprado un ejemplar ilustrado de sus diarios. Lo tengo en la mesita de noche y lo voy leyendo poquito a poco. Es un excelente acompañante para estos meses fríos.

Dadle una oportunidad a la no ficción. Buscad un tema que os interese y descubrid los
libros que pueden ayudaros a conocerlo con mayor profundidad. Aprender con ganas sobre
algo que nos apasiona, nunca es aburrido.
K por Katherine Hepburn y por esta frase que no puede representarme mejor: "Heaven to be the first one up and to eat breakfast all alone".
L de Lyon, por supuesto. Tenía muchísimo miedo de que no me gustase la ciudad, pero bastó una sola visita para dejar atrás mis temores. La Croix-Rousse, Fourvière, la Presqu'Île, las orillas del Ródano y Saona, los restaurantes típicos, el ambiente del Vieux Lyon y, como no, Les Brotteaux mi futuro barrio...¡qué ganas tengo de terminar la mudanza y todos los líos para instalarme definitivamente!
M por Marie Laurencin y su retrato de "Madame Paul Guillaume" que podéis ver aquí. En mi última visita al Musée de l'Orangerie me fascinó esta pintura. La paleta de colores, la delicadeza del ramo de anémonas central, el perro (casi un lobo diría) en el regazo de Juliette...
N por el negro y el blanco de "Frantz", la última película de François Ozon que pude ver en septiembre. Las historias ambientadas en las dos guerras mundiales me fascinan (en especial la IGM)  y "Frantz" ha conseguido emocionarme como pocas. Es una película bellísima tanto en la forma como en el contenido y he de hacer una mención especial a Paula Beer, la actriz protagonista, está de diez.
La Ñ ha quedado huérfana.
Willa, fiel compañera de camino.
O de mi nueva obsesión por Pinterest. ¡Qué de inspiración y qué de cosas bonitas puedes encontrar por allí!  
P por "Prairie Dawn" de Willa Cather. Un poema que encontré mientras ojeaba antiguos números de la célebre revista literaria McClure's Magazine (en concreto el número de Junio de 1908). En cuanto lo leí me vino a la mente Alexandra Bergson la protagonista de "Pioneros". ¡Qué gran personaje y que gran novela!
Q por el cuarto movimiento del American Quartet de Dvorak. Pensar en Willa, en Alexandra y en otros pioneros como ellas me hizo pensar en la imagen de un ferrocarril avanzando imparable hacia el Oeste. Tras la ventanilla, una sucesión interminable de campos de trigo, de praderas inmensas y cielos despejados. Escuchad la música y decidme si vosotros también percibís el sonido de un tren que avanza sin tregua.
R por James Rebanks y su libro "La vida del pastor". No perdía la esperanza de verlo publicado en castellano y por fin está aquí. ¡Qué ganas tengo de leerlo!
S de Io Sakisaka y su shojo "Ao Haru Ride". Por fin he podido leerlo completo (gracias a la recomendación de nuestra querida Magrat) y me ha encantado. Si os gustan las historias de amor tiernas, y recordar los tiempos del instituto, os lo recomiendo totalmente.
T por el teashop's ingle nook de este poema de John Betjeman. Un instante de felicidad ordinaria capturado en unas cuantas líneas:  
"Let us not speak, for the love we bear one another-
 Let us hold hands and look.
She, such a very ordinary little woman;
He, such a thumping crook;
But both, for a moment, little lower than the angels
In the teashop's ingle-nook".

U por el regreso del Pumkin Spice Latte. Sobran las palabras.
Mi primer viaje a Lyon.
V de Violetas imperiales, la película protagonizada por Carmen Sevilla y Luis Mariano. En el stand de la exposición que fui a ver sobre el Segundo Imperio francés en el Musée d'Orsay había ejemplares en DVD y ¡qué recuerdos me trajo! ¿Te acuerdas abuelita las tardes viendo zarzuelas en viejas cintas de VHS? La canción del olvido, La revoltosa, El huésped del sevillano y, como no, Violetas imperiales. ¡Cuando baje a casa tenemos que verlas juntas otra vez!
W por Winifred Gerin y dos de sus biografías: la de Charlotte Brontë y la de Elizabeth Gaskell. Las encontré de ocasión en The Abbey Bookshop y no pude salir sin ellas. La biografía que le dedicó a Emily es una maravilla (la tenéis disponible en castellano) y estoy segura de que también disfrutaré con estas.
X por la exposición sobre el Second Empire (1852-1870) que os comentaba antes. Como suele ser habitual en el Musée d'Orsay la exposición estaba muy bien concebida. Un recorrido cronológico a través de varias salas, permite una inmersión total en ese periodo próspero y fastuoso (para las clases privilegiadas evidentemente), denostado y alabado a partes iguales por la sociedad francesa. 
Exposiciones como estas son una de las cosas que más voy a extrañar de París.
Y por esta galería de fotografías de preciosas bibliotecas americanas, empezando por la New York Public Library
y para terminar Z por este artículo sobre la lectura y los lectores de Jaime Fernández

Hasta aquí estas notas que me sirven para cerrar septiembre. Me hubiese gustado publicarlas mucho antes pero, ya veis,  encontrar piso y la mudanza me han llevado completamente loca. 
A estas alturas espero que estéis pasando un muy feliz otoño, lleno de lecturas y pequeñas alegrías. Yo por mi parte acabo de llevarme una muy grande. Mi madre acaba de operarse de un oído (nada grave) y todo ha salido de maravilla. Ya le he mandado miles de besos por teléfono pero también quería mandarle ánimos desde el rinconcito, así que ¡a tope mami, que en nada estás otra vez haciendo de las tuyas!

Un abrazo enorme para todos y nos vemos a mi vuelta de las tierras del norte.

miércoles, 28 de septiembre de 2016

El pequeño mundo de Barbara Pym

Una tarde con Barbara Pym
A principios de septiembre fue "Jane y Prudence", ayer mismo "Less than Angels". En apenas quince días he leído dos novelas de Barbara Pym y, para seros sincera, no rehusaría terminar el mes con ella.  

No os estaré descubriendo América si os hablo de las afinidades lectoras. Un mismo libro, poco importa su fama, puede encontrar defensores y detractores acérrimos. Unos y otros podremos hablar sobre si está mejor o peor escrito; si estamos ante una obra maestra de obligada lectura o una novelita de tres al cuarto, cuya lectura nos rebaja como lectores. Pero más allá de los debates sobre la buena o la mala literatura, peliagudos y a menudo estériles en estos niveles del "lector común" donde nos movemos, yo lo que prefiero es hablar de afinidades lectoras.

¿No os parece que ciertos escritores nos apelan? ¿Qué nos hablan directamente a través de sus novelas, como si por milagro, hubiesen sido escritas especialmente para nosotros? Creo, sin miedo a equivocarme, que muchos de vosotros habréis vivido esa sensación placentera.
Y es que así es, algunos escritores son capaces de crear una atmósfera, un universo personal en el que simplemente nos sentimos a gusto. Os pongo un ejemplo. Uno de mis escenarios favoritos, tanto en la vida real como en la imaginaria, tiene como protagonistas una casa (o un pequeño apartamento) y las personas que viven en ella. En ese escenario disfruto observando estampas ordinarias y realistas, en las que dramas más o menos grandes alternan con pequeños placeres cotidianos. Quizá por eso me gustan tanto las novelas de Barchester de Anthony Trollope, las crónicas de Cranford de Elizabeth Gaskell, los relatos apacibles de D.E Stevenson,  los días pasados en Edimburgo con Alexander McCall Smith, y las intrigas universitarias de Alison Lurie.
Pero de entre todos esos universos literarios (hechos de pequeños grandes nadas), si tuviese que escoger,  optaría sin dudarlo por el de Barbara Pym.

Bien sea en Londres o en algún pequeño pueblo de provincias, existen unas constantes en la obra de Barbara, que la hacen reconocible al instante y a mi me hacen sentir en casa. Sus novelas tienen siempre los mismos protagonistas: profesores e investigadores del mundillo de la antropología, vicarios y sus respectivas esposas, damas de iglesia, secretarias, viudos y en especial mujeres solteras. Todos ellos interactúan en una sucesión de tardes de té, ventas benéficas y otras actividades parroquiales; en comidas de cafetería o en veladas caseras y en tareas domesticas rutinarias. Un mundo pequeño y cerrado en cuyo centro suele situarse una de esas heroínas Pym, que tan bien reflejadas quedan en su novela "Mujeres excelentes". Mujeres de mediana y no tan mediana edad que se debaten entre su apacible soledad y la excitante posibilidad de encontrar un hombre adecuado. "Heroínas" que luchan contra las crisis de la vida taza de té o de Ovaltine en mano.


Unos años atrás os enseñaba esta fotografía con mi colección de novelas Pym.
Todas son ediciones francesas de ocasión que compré durante mis visitas a distintas
librerías. Todavía me faltan cuatro títulos para completarla.
Muchas de las introducciones a sus libros indican que "la voz de Pym es tan personal, su mundo tan reconocible que es posible alegar : ¡Esto es un momento Pym!". Quizá por eso sus novelas despierten tanta admiración en unos y un rechazo en otros lectores.
Quería que esta entrada fuese una muestra de mi afecto por Barbara y una invitación a que la descubrais vosotros mismos, dejando un poquito más claro aquello que podéis encontrar en sus novelas.

Unos días atrás encontré un libro consagrado al estudio de sus novelas, "The Subversion of Romance in the novels of Barbara Pym". En él leía que Barbara escribió diarios y carnets de notas a lo largo de su vida. Los utilizaba como cuadernos de trabajo y en ellos anotaba citas, posibles escenas o tramas de novelas, trozos de conversación escuchados aquí y allá y, en definitiva, cualquier cosa que despertase su interés. En el libro se precisaba que "era ese estado de observación constante en busca de los pequeño detalles e incidentes de la vida, los cuales pese a su insignificancia pueden estar llenos de significado, lo que en gran parte da sentido a sus novelas." Y nunca lo podría haber definido mejor. Solo una persona capaz de disfrutar de los pequeños placeres de la vida, capaz de sentirse  feliz y fortalecida gracias a una buena comida, una digna taza de te o un cotilleo picante, podía haber escrito semejantes novelas.

Como veis el mundo Pym está hecho de pequeñas cosas, y seguramente no satisfará a todos los paladares literarios. ¡No pasa absolutamente nada! Recordad las afinidades lectoras y sed sinceros si no adherís a él. ¡Quién me iba a decir a mi que mi madre no disfrutaría tanto como yo con "Mujeres excelentes"!
Pero de lo que si estoy segura es de que en el caso que disfrutéis con una de sus novelas, habréis encontrado un refugio seguro al que volver una y otra vez. Las novelas de Barbara no son únicamente libros para un mal día.  Su humor inteligente e incisivo; su talento para demostrar que una mujer moderna puede ser capaz de vivir aventuras y conseguir una vida plena, aún cuando los planes no han salido como lo esperado, aún cuando el mundo se reduce a una serie de lugares comunes; y su enorme capacidad de observación del mundo que la rodea, hacen de sus novelas un inestimable testimonio de la vida de las clases medias inglesas de los años 50 y 60.

Barbara Pym
Si sentís la curiosidad de descubrir que es un "momento Pym", entonces corred a vuestra librería más cercana. Tenemos la inmensa fortuna de contar con una nueva edición de "Mujeres excelentes" gracias al buen hacer de Gatopardo. Una editorial a la que quiero felicitar por su trabajo y por su valentía (solo tenéis que echar un vistazo a los títulos de su catálogo). Cuando una editorial decide apostar por alguien como Barbara Pym no puedo más que maravillarme y quitarme el sombrero.

Las novelas de Miss Pym no serán material de best-seller, pero ni falta que les hace. Empecemos por atesorarlas unos cuantos y corramos la voz en busca de nuevos adeptos.

¡Muy felices lecturas a todos!

PD. Aquí podéis leer mis reseñas de "Mujeres excelentes" y de "Some tame Gazelle".

viernes, 9 de septiembre de 2016

Daphne du Maurier y Rafael Sabatini, evasión y aventuras en el mar.

Aquí están escondidos los dos títulos en la foto de familia
veraniega.
Sigo con el repaso de las lecturas veraniegas y esta vez con dos reseñas breves. Los libros que he estado leyendo desde que empezó septiembre me están gustando tanto, que muero de ganas de hablaros de ellos, así que voy a aligerar el paso.

Las dos novelas que os traigo hoy son perfectas para aquellos que estéis buscando una lectura de evasión. Evasión y aventuras no tienen porque rimar con tramas, personajes y estilos simplones. Estas dos historias son buena prueba de ello.

Empezamos con Daphne Du Maurier, una escritora que ya tengo anotada como fuente fiable de satisfacción lectora. Hasta el momento, novela suya que he leído, novela que me ha gustado. The Loving Spirit fue el primer libro que cogí nada más llegar a Alicante. Me apetecía muchísimo leer alguna historia ambientada en el mar, y con esta novela vi colmados mis deseos. Cuatro generaciones de la familia Coombe protagonizan esta saga familiar ambientada en un pequeño pueblo de la costa de Cornualles. 
La historia comienza en 1830 de la mano de Janet Coombe. Janet es una joven impulsiva, independiente y algo salvaje, que siempre está vagando por los  acantilados y los páramos soñando con vivir grandes aventuras. Obsesionada con el mar y los grandes veleros, Janet solo anhela poder embarcarse en uno de ellos para recorrer mundo. Pero muy pronto sus planes se tuercen al conocer a Thomas, un humilde constructor de barcos. El matrimonio pone fin a sus ansias de aventura, aunque no consigue doblegar su espíritu indomable. Este se va transmitiendo de generación en generación, encarnándose en las figuras de su hijo Joseph, quien termina siendo un avezado marino; también en su nieto Christopher, armador de barcos, y su bisnieta Jennifer una especie de reencarnación de Janet encargada de cerrar el círculo. 
A lo largo de cien años, somos testigos de las historias que forjan la vida de los descendientes de la intrépida Janet Coombe. Distintos todos ellos, pero unidos por un estrecho lazo constituido por el amor al mar y a la libertad.

Con esta, su primera novela, Daphne Du Maurier ya ponía los cimientos que iban a caracterizar su obra: su gusto por la aventura y por los personajes apasionados; su talento para conseguir finos retratos psicológicos y, por encima de todo, su enorme capacidad para crear atmósferas sombrías envueltas por la bruma.
Si os gustan las sagas familiares, con sus historias de amor, sus rencillas, sus grandes y pequeños dramas estoy segura de que disfrutaréis con esta novela. Yo le he dado un 4/5 en GR.

Y Captain Blood de Rafael Sabatini es sin duda la novela de aventuras por excelencia. Si sois de aquellos que disfrutasteis en vuestros años mozos (o no tan mozos) con las novelas de Julio Verne, Emilio Salgari, R.L Stevenson y Walter Scott; si, de todas esas historias que solían plagar los salones de muchas casas  gracias a coleccionables o a viejos ejemplares heredados de nuestros padres; entonces estoy casi segura que disfrutareis con Sabatini.  En apenas 250 páginas es capaz de desplegar tal arsenal de aventuras, batallas y giros que apenas parece creíble que funcione. 
La historia se inicia en 1688, cuando el doctor Peter Blood  es arrestado en Inglaterra por asistir a un rebelde herido en la revuelta de Monmouth contra Jacobo II. Condenado injustamente a ser deportado a Barbados, es comprado como esclavo por los Bishop; una de las más influyentes familias de la colonia formada por un tiránico coronel y su bella sobrina Arabella. 
Tras meses trabajando hasta la extenuación en la plantación Bishop, Peter consigue al fin escapar junto a un grupo de fieles compañeros y es entonces cuando inicia su brillante carrera como filibustero; tan brillante que acaba convirtiéndose en el más temido capitán de la Hermandad de la Costa. Pillajes, batallas navales, galeones españoles, traiciones, romance, venganzas...la acción trepidante nos guía de la primera a la última página. La trama es sencilla, los personajes correctos y en algunos casos hasta carismáticos. Si estáis buscando un ratito de evasión, entonces perfecta. 3/5 en GR.


Me encantas las portadas de estas viejas ediciones.
Por hoy, nada más. 
Muy felices lecturas a todos y Bon vent! 

PD. Aquí os dejo la reseña de Jamaica Inn, otra novela de Daphne Du Maurier que disfruté muchísimo.
PD.1 Aquí el enlace para ver la adaptación cinematográfica de Captain Blood. En los papeles protagonistas, Errol Flynn y Olivia de Havilland.
PD.2 Y por último, como estamos en una entrada tan marinera, esta versión alemana de la canción bretona Tri Martolod (tres marineros). ¡Me encanta!

martes, 30 de agosto de 2016

Las bucaneras de Edith Wharton

Edición de bolsillo francesa. 
Con Edith y sus bucaneras empiezo a hablaros de lo que han dado de si las lecturas de este verano. Leí este libro en junio, pero lo tengo bien fresco y recuerdo a la perfección lo mucho que disfruté con su lectura, así que...¡allá vamos!

La historia comienza a finales del siglo XIX, en la ciudad balnearia de Saratoga; un enclave reputado entre las clases altas de  Boston, Montreal y Nueva York por sus aguas termales, sus espléndidos hoteles y las tradicionales carreras de caballos. Es aquí donde conocemos por primera vez a las tres familias protagonistas: los St. George, los Elmsworth y los Closson

Tres familias unidas por su posesión de fortuna, sus elevadas aspiraciones y por la existencia de hijas casaderas entre sus filas: la bella Virginia y la melancólica Annabel por parte de los St. George; la sensual Conchita Closson y finalmente las inteligentes hermanas Ellsworth, Elizabeth y Mabel. Las cuatro son jóvenes, bellas, vivaces y ricas, pero para desgracia de sus progenitores carecen de unos orígenes familiares lo suficientemente buenos como para emparentar con lo más granado de la sociedad neoyorquina.  Esa que Ward Mcallister bautizase en plena Gilded Age como los "Four Hundred". 
Todo bascula con la llegada de Miss Tesvalley, la futura institutriz de Annabel; una mujer de caracter, que se ha curtido como empleada de distintas familias de la aristocracia británica. Miss Tessvalley convence a sus nuevos empleadores para que viajen hasta Inglaterra con sus hijas en vistas de presentarlas allí en sociedad con el objetivo de cazar un buen marido. Así es como las cuatro jóvenes desembarcan en el viejo mundo dispuestas a conseguir su objetivo.


Este es exactamente el escenario en el que se inicia la historia, el Grand Union
Hotel de la ciudad balnearia de Saratoga, NY.

Después de haber leído varias novelas de Edith, si tuviera que recomendaros una para empezar, sin duda sería "Las bucaneras". Es arriesgado, ya que la novela quedó sin terminar dado el fallecimiento de Edith en 1937, y fue acabada por otra autora (esta es quizás la única pega que puedo ponerle al libro, la perdida de ironía y del tono agridulce en la última parte, cuando se produce la transición de una a otra autora); pero aún así me reafirmo. "Las bucaneras" es una novela divertida y fresca; llena de ritmo, imprevistos y personajes exuberantes. 


Desde el primer momento en el que conocí a las protagonistas me contagié de su buen humor, de la energía propia de su juventud, y me fue imposible no querer saber que ocurriría con ellas una vez terminase la novela. En ese sentido la elección por parte de Wharton de un friso narrativo amplio cumplió plenamente mis expectativas. 
A lo largo de las cuatro partes de la novela, separadas entre si por varios años, vemos la evolución de las cuatro amigas y su inmersión en ese viejo mundo en el que se sienten completamente extrañas. Es precisamente ese viaje transatlántico, la experiencia vital de sus protagonistas, lo que permite a Edith describir el encuentro y el choque entre la vieja Europa y la América moderna. La diferencia de valores, costumbres y modales entre ambos espacios queda reflejado en el comportamiento ruidoso, desenfadado, casi salvaje de estas cuatro jóvenes que irrumpen como torbellinos en los viejos y cargados salones de Belgravia. 

Es fascinante ser testigo de las conversaciones que mantienen las distintas familias nobles que aparecen en la novela, en relación a las jóvenes americanas. Esas "bucaneras", cargadas de riquezas, pero carentes de modales. "¿Casarse con una americana? Pronto no quedará en Inglaterra una sola familia que no lleve veneno en la sangre" dice uno de los asustados aristócratas.

No os estaré desvelando nada crucial si os digo que al final, y pese a los rechazos iniciales, todas consiguen esposo. Nobles de menor o mayor rango, grandes miembros de la burguesía...las alianzas ventajosas entre ambos continentes quedan así selladas. Unas consiguen sus títulos y otros el capital necesario para mantener su patrimonio ancestral. 

Pero mientras Virginia, Conchita y Elizabeth, más superficiales y calculadoras no dudan en sacar provecho de los placeres que su nueva posición les otorga, no ocurre lo mismo con Annabel, la más soñadora e inocente de todas. Los triunfos mundanos y la posición comprada con su nueva fortuna, pronto se convierten en un cúmulo de tristezas y desengaños. Nadie pareció avisarles al salir de Nueva York de que el éxito social y la felicidad no siempre van de la mano. ¿Será capaz Annabel de encontrar su propio camino y tener el valor de romper un compromiso hecho en aras de las obligaciones?
¡Os animo a leerla para encontrar respuestas! 


Jennie Jerome, Consuelo Vanderbilt, Adele Grant y de nuevo Consuelo en
algunos de sus célebres retratos como ricas herederas. 
Aunque parezca controvertida, la máxima que apunta "para escribir bien, se ha de escribir sobre lo que se conoce" se adapta a la perfección al universo de Edith Wharton. Edith, una niña y posteriormente una joven solitaria e insegura, nunca consiguió identificarse con el mundo de la alta sociedad neoyorquina en el que había había nacido. Si bien es cierto que se casó y llevó la vida que se esperaba de ella, siempre guardó un punto de rebeldía interna. En el gran salón de la vida mundana, dejó abierta una puerta de escape que la llevaría hacia su independencia económica y su libertad: su carrera literaria.  

En sus libros Edith diseccionó un universo que ya ha quedado fijado por siempre entre las páginas de sus novelas. No se trata de meros cuadros de costumbres, si no de historias que consiguen mostrar las bondades y las miserias de las clases privilegiadas. El fasto y el fulgor de una vida acomodada, pero también los subterfugios y trapos sucios de un mundo en apariencia brillante. Solo alguien dotado con su enorme capacidad de observación, su mirada crítica, acerada e inteligente podría haberlo logrado. 

"Las bucaneras" aborda un tema que Edith había conocido de primera mano. Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX fueron muchas las ricas herederas norteamericanas  que viajaron a Inglaterra en busca de un título nobiliario. Consuelo Vanderbilt, Mary Goelet, Consuelo Yznaga, Jennie Jerome, Mary Leiter, Nancy Astor, Minnie Stevens...son solo algunas de ellas.

Por eso, si os interesa el tema, estoy segura de que disfrutaréis de lo lindo con la novela. Y si tenéis hambre de más material, os dejo con este documental (pinchad en el título para acceder a él) "Las princesas americanas del millón de dólares", introducido por la mismísima Cora, Lady Grantham (los seguidores de Downton Abbey la conoceréis a la perfección).

Por hoy nada más. Un fuerte abrazo y muy felices lecturas a todos.

PD. "Las bucaneras" ocupa el año 1938 en mi Century of Books.
PD1. También podéis descubrir la novela a través de la adaptación de la BBC. No es del todo fiel al texto original, pero es bastante entretenida.

miércoles, 24 de agosto de 2016

Algunos libros nuevos y campanillas violetas.

Me prometí a mi misma que no compraría muchos libros durante las vacaciones de verano; más que nada por no añadir más cajas de cara a la próxima mudanza. Pero viendo el resultado, me apunto como tarea pendiente el ser más fiel a mis propósitos. Ya sabía yo que me iba a resultar difícil; la obsesión de entrar en cualquier librería, quiosco o mísero agujero donde vendan libros no me abandona. Pero, mirémoslo por el lado positivo, así tenemos material para hablar de nuevas historias.


¡Ya estamos todos en el mini piso!




Cosa extraña en el rinconcito, esta vez abundan las ediciones en español y recién salidas de imprenta (ya sabéis que la mayoría de veces compro ediciones de segunda mano en francés o inglés); pero tengo la esperanza de que me gusten todos y no tenga que lamentar la inversión.

En el apartado clásicos esta vez la cosa va de cuentos franceses. El primero es una colección de cuentos de Guy de Maupassant publicada con el título La bella desconocida y otros cuentos libertinos. Hasta hora solo me he acercado a Maupassant a través de sus novelas, así que ya es hora de animarse con los cuentos. 
Que os puedo decir ¡me gusta tantísimo como escribe el amigo Guy! (si queréis perder el miedo a pronunciar su nombre animaos con: Gui de Mopassán. La mopa de toda la vida y una "s" suave). Si os queréis animar con sus novelas yo os recomiendo "Una vida", que está entre mis favoritas. Aquí os dejo este pequeño recorte de una vieja entrada donde os hablaba de ella. 


El segundo volumen es más escueto y recoge Tres cuentos de Gustave Flaubert. Nuestra Magrat habló de él en uno de sus vídeos y contaba que lo disfrutó mucho, así que espero correr la misma suerte. Será mi segundo encuentro con Flaubert después de "Madame Bovary", leído años a en mi minúscula habitación de la residencia universitaria. Veremos si hice bien en darle tantas largas.

En cuanto a los clásicos modernos, tengo dos en la recámara: Un été indien de Truman Capote (publicado originalmente bajo el título "I remember Grandpa") y La vallée de la Lune de Jack London. El primero es un pequeño relato de escasas cincuenta páginas sobre la nostalgia de un niño al evocar el recuerdo de su abuelo. El segundo es Jack London y eso para mi ya vale todo el oro del mundo. ¿Os he dicho ya lo mucho que estoy disfrutando con sus libros? ¿Si, verdad? Bueno, permitidme que me repita. Yo era una de esas personas que al pensar en Jack London solo veía aventuras con animales en tierras salvajes y ¡menudo error!
Por favor leed "Martin Eden" . Leed "El pueblo del abismo" y luego venid a contarme. Estoy convencida de que volveremos a estremecernos juntos mientras rememoramos esas lecturas. 
"El valle de la Luna" narra la historia de una pareja de jóvenes trabajadores que deja atrás Oakland y las duras condiciones de vida en la ciudad, para instalarse en los valles del Este de California. Ojalá pueda recomendároslo con entusiasmo una vez lo termine.

Le llega el turno a las dos novelas históricas del grupo Mar abierta de María Gudín y Vino y miel de Myriam Chirousse. La primera la compré por puro impulso. Leí Guerra civil inglesa, Caribe, bucaneros y corsarios y... me pudo el ansia compradora. La segunda también la compré en un arrebato, pero de esta si que había leído algunas buenas críticas con anterioridad. Está ambientada en la Revolución francesa y como me gusta perderme por esos tiempos de vez en cuando, se vino a la saca. 
Ya os contaré como resultan ambos.


"Bajo cielos inmensos" es el título con el que Valdemar publicó esta novela
de A.B Guthrie. De momento me está encantando. Se ha ganado el honor de
aparecer con las campanillas que me regaló Jean por nuestro aniversario :)
Y aunque las próximas novelas también podría incluirlas en históricas, prefiero meterlas en el saco novelas del Oeste americano.  Tenía muchísimas ganas de leer El hijo de Philipp Meyer desde su publicación en 2013, pero no me atreví en inglés por aquel entonces. Ahora ya he saciado la curiosidad y, aunque no ha sido todo lo redonda que esperaba, ha resultado ser una buena lectura. 
Narra las idas y venidas de los poderosos McCullough. Una familia de ganaderos y más tarde magnates del petróleo, que representan la esencia misma de la recién inaugurada República de Texas. Por momentos me recordaba muchísimo a "Gigante", la novela de Edna Ferber y posteriormente colosal película. Os contaré un poquito más en el repaso de lecturas veraniegas que estoy preparando. 
En cuanto a La captive aux yeux clairs de A.B Guthrie, es todo un clásico de la literatura del Oeste que estaba deseando leer. Aquí podéis leer la sinopsis. 

Para el final dejo la recomendación que me hizo hace ya varios meses mi querida María, La librería ambulante de Christopher Morley. En la sinopsis preguntan "¿Cree en la literatura como forma de consuelo, pero también como invitación a la felicidad? ¿Cree en los libros como amigos y maestros? ¿Cree en el "amor verdadero"? Si es así, La librería ambulante es su novela". Viendo mis respuestas, me da en la nariz que este va a ser uno de esos libros que guardaré con cariño en la estantería y atesoraré para toda la vida. 

Y hasta aquí los últimos libros de la maleta. Han viajado conmigo desde Alicante, Narbona y Montpellier; y lo cierto es que no me arrepiento de haber hecho músculo con ellos. Ahora son ellos los que me están haciendo viajar y eso si que no tiene precio.

¡Muy felices lecturas a todos!

Y a ti Jean, gracias por las flores. Alegres, sencillas y perfectas. Gracias por caminar conmigo durante estos catorce años. Sigamos alargando el paseo, que aún me ha parecido demasiado corto. 

A summer night de Harold Harvey

domingo, 21 de agosto de 2016

Notas para una vuelta a casa

El verano no ha terminado oficialmente, pero para mi como si estuviese ya finiquitado. Atrás quedaron mis chanclas, mis capazos de la playa (cargados con mil trastos) y mi inseparable bañador de rayas; Arenales, sus cuestas letales, los míos y mi Alicante.
Después de varios trenes y algunas escalas, llegué a París a principios de la semana pasada. Por aquí todo suena ya a rentrée, y lo cierto es que hasta el tiempo acompaña. Llueve y hace fresco. Soplan vientos de despedidas y nuevos comienzos. 

Estampas de verano

Del verano ya solo quedan algunas fotos, una maleta llena de libros y un buen puñado de buenos recuerdos: reencuentros familiares, paseos por el pueblo de mi infancia, compras compulsivas con la "rociaduros" de mi madre y el sabor a gloria del arroz a banda. Amaneceres frente al mar, meriendas con leche preparada, xarrades a la fresca con buenos amigos y partidas de cartas con sabor a batalla...
¡quien pudiese volver a todo eso, aunque solo fuese por un ratito!

Pero bueno, aunque cueste, coraje y a pasar página.


Si todavía estáis a tiempo y aún tenéis vacaciones, disfrutad al máximo del sol y de los placeres de la temporada. Si para vosotros también es el fin...ánimo. Un buen libro, una buena película o serie y una dosis abundante de vuestra música favorita pueden hacer milagros.  Aquí os dejo la fórmula que me está ayudando a superar el bache.

Un fuerte abrazo y felices lecturas a todos.

La vida en Stars Hollow, el piano de Dario Marianelli y las frases de Jack London.
Escalera al cielo.

jueves, 28 de julio de 2016

Lecturas de verano 2016

Material de lectura y girasoles, cosas que alegran la vista y la vida.

Con mucho, muchísimo retraso, aquí estoy por fin.
Ha pasado demasiado tiempo desde la última vez que escribí; el verano, por aquel entonces, estaba a la vuelta de la esquina y mirad en que fechas estamos ahora, ¡perdonadme! Es que estos últimos meses están siendo un verdadero lío, y los libros me han acompañado más como salvavidas que como material de reflexión. Me costaba encontrar un momento para el blog, pero ¿sabéis que? Se acabó el periodo de barbecho ¡hombre ya! Aquí estoy con pico, pala y mis manitas para daros la tabarra de nuevo. 

Una de las tradiciones que sigo en el rinconcito cuando llegan estas fechas (bueno, cuando llega julio) es enseñaros los libros que van a acompañarme hasta el próximo septiembre; así que empecemos por ahí. 

Como veis en la foto de familia, metí en la maleta veraniega mucha lectura de evasión ambientada en distintos puntos del planeta; también una comedia british de esas que tanto me gustan, una lectura más intimista con título muy acorde a la estación y por último una relectura que me hace especial ilusión presentaros. Así pues, ¡empecemos!

Las dos primeras novelas del montoncillo están ambientadas en el mar: una en la costa de Cornualles y otra en el Caribe del siglo XVII. No se a vosotros, pero a mi un velero o un pirata en la portada me ganan de antemano y cuando vi estos dos libros en Gibert no pude resistirme. Esas historias del mar y sus gentes; de marinos audaces y travesías oceánicas forjaron mi infancia y, aún hoy, siguen siendo para mi la mayor de las aventuras. 
The Loving Spirit de Daphne du Maurier prometía mucho de todo esto y lo cierto es que no me ha defraudado. Primera novela de Daphne, publicada cuando tan solo contaba 24 años, "The living Spirit", cuenta la historia de una familia de marinos y armadores de Plyn, una localidad costera de Cornualles. Janet Coombe, una mujer fuerte estrechamente ligada al mar, es la encargada de inaugurar esta saga familiar a la que seguimos los pasos durante todo el siglo XIX. Es cierto que no me ha gustado tanto como "Rebeca" o "Jamaica Inn", pero sin duda os la recomiendo. Daphne apuntaba maneras en la caracterización de personajes y sobre todo en la creación de atmósferas misteriosas y sugestivas. ¡La adoro!

Captain Blood de Rafael Sabatini, la otra novela que os anunciaba, ha sido mi pasaporte al Caribe. No el de Curro, ni el de las pulseras "todo incluido" (horror de los horrores) si no ese infestado de navíos y piratas de célebre nombre; de tesoros escondidos y bacanales en la isla Tortuga. Tenía muchísimas ganas de estrenarme con Rafael Sabatini, del que me habían recomendado encarecidamente "Scaramouche"; y al final ha sido Peter Blood el encargado de hacer las presentaciones. La sinopsis de "Captain Blood" anuncia la historia de un hombre pacífico, quien tras ser condenado injustamente a trabajos forzados en las Antillas decide tomar venganza. Un galeón español conquistado y un grupo de fieros compañeros de armas harán el resto.  Os prometo que me lo he pasado pipa con este libro. No es una maravilla literaria; pero tiene ese toque de vieja historia de aventuras que encandila, generación tras generación, a grandes y pequeños. Para mi ha sido como volver a tomar prestado uno de esos títulos de las Historias Selección de la editorial Bruguera que pertenecían a mis padres: las historias de Julio Verne, Emilio Salgari o R.L Stevenson...Un delicioso momento de evasión asegurado.

Ronda de portadas
Después de estas aventuras marítimas me he metido tierra adentro con el libro que llevo ahora entre manos; un libro que promete ser "la lectura" de mi verano y quizá del año, Lonesome Dove de Larry McMurtry. Ya sabéis que a mi me encantan las historias del Oeste; desde siempre, desde que tengo memoria. Mi madre lo inició todo, siendo yo muy pequeña,  con ese primer visionado de "Siete novias para siete hermanos" y mi abuelo remató la faena compartiendo conmigo su pasión por los Westerns. Hasta el día de hoy mi novela favorita del género ha sido Ángulo de reposo de Wallace Stegner. Amo este libro por encima de todas las cosas; de la primera a la última línea. Así que, no se si McMurtry conseguirá arrebatarle el trono; por el momento puedo deciros que apunta maneras. Vaya que si. 

Otra aventura en lugares bastante más fríos, me espera en Islandia de la mano de Halldor Kiljan Laxness
La Campana de Islandia cuenta la historia de una revuelta del pueblo islandés contra la ocupación danesa de la isla. A principios del siglo XVIII, un enviado real llega a Reikiavic para cumplir el mandato de traer consigo la vieja campana de Thingvellir, símbolo de la independencia islandesa. Su asesinato a manos de un pobre campesino cambiará el curso de los acontecimientos. 
Esta será la primera de las varias lecturas islandesas que quiero hacer de aquí a Octubre, antes de mi viaje. Por favor, si tenéis sugerencias (más allá de "Ritos funerarios" de Hannah Kent que ya he leído) no dudéis en dejarme los títulos en los comentarios.  

La comedia inglesa que he elegido para este verano es Wild Strawberries de Angela Thirkell. Acaban de publicarla traducida al francés y me fue imposible resistirme. Thirkell es una autora muy querida allende la Mancha (sobretodo entre los que gustan de comedias amables de entreguerras, tocadas con ese puntito de humor sarcástico). En el menú están incluidos una mansión en la campiña, un puñado de ricachones extravagantes y una historia de amor entre bambalinas. ¡Adjudicada pues!

La lectura intimista de la que os hablaba es Verano de Edith Wharton. Cada vez me voy maravillando más con Edith. Empecé titubeante con "La edad de la inocencia", y caí rendida a sus pies con "La casa de la alegría" y "Las bucaneras". Me resultaba imposible pasar todo el verano sin leer nada más suyo y cuando di con este simple título, "Summer", no me lo pensé dos veces. En la sinopsis de mi edición francesa se apunta que "Verano es una novela que aborda con franqueza la sexualidad femenina, vista como una fuerza vital, poderosa y edificante. Extremadamente moderna para el año 1918 en que fue publicada, Verano era la novela de Wharton que prefería Joseph Conrad: quizá porque en ella salen a la luz los mecanismos íntimos de nuestra naturaleza; esos que suelen estar escondidos en aras de las normas sociales imperantes".  Ojalá que mi admiración por la obra de Edith siga creciendo con este título. 

Y para el final reservo la maravillosa relectura que voy a empezar en breve. Cuando llegué a Alicante, mis padres y mi abuelita me tenían reservado un maravilloso recibimiento: un ramo de girasoles en la entrada de casa (ellos saben lo mucho que me gustan) y un libro nuevo esperando en mi habitación: Persuasión de Jane Austen editado por D'Época. "Persuasión" es mi Austen favorito; la primera vez que lo leí, supe con casi las primeras páginas que lo sería, y aún hoy después de tantísimas relecturas lo sigo confirmando. Tenerlo en una edición tan bonita, hecha con tanto cariño, es el mejor regalo que podría tener en mi estantería. Gracias mi querida familia y gracias D'Época por haberlo hecho posible.


Y hasta aquí los libros de mi verano 2016. Ya os contaré si la lista se amplía con alguna visita a la librería. Por el momento solo me queda mandaros un fuerte abrazo y mis mejores deseos para estos días estivales. No seáis perezosos y aunque haga muchísimo calor, poneos un buen sombrero y salid a pasear un rato. El mar, la montaña, la ciudad...poco importa. Un paseo y un helado en buena compañía puede ser el mejor de los planes. Eso si, no dejéis el libro muy lejos.