lunes, 13 de abril de 2015

Una pequeña dosis de D.E. Stevenson: Sarah Morris Remembers y Las cuatro Gracias


Mi conciencia me dice que no tendría que estar escribiendo esta entrada, sino estudiando; pero aquí me tenéis, desafiando al deber y al buen juicio. La "culpa" no es mía sino de D.E Stevenson. En estas tres últimas semanas he leído dos novelas suyas y, aunque una de ellas no me ha convencido, ambas me han ayudado a sobrellevar con alegría las largas horas de estudio. Como sabéis,  me gusta bien poco hablaros de las lecturas que no me convencen, así que hagámoslo rápidamente. 

Publicado en 1967, Sarah Morris Remembers fue uno de los últimos trabajos de D.E Stevenson. En el, la autora volvía a uno de sus periodos predilectos, los años 30 y 40 del siglo pasado. La novela cuenta la historia de una familia afincada en el pueblecito de Fairfield, los Morris: un clérigo rural, su esposa y sus cuatro hijos Lewis, William, Sarah y la pequeña Dottie. Sarah es la encargada de contar en primera persona, a través de sus recuerdos, las vivencias de su familia desde los felices días de la niñez hasta los duros años   de la IIGM.

Vista de Fairfield
Tres son las localizaciones de la novela: el pequeño pueblo de Fairfield donde vive la familia Morris,  Craignethan en Escocia donde residen los abuelos maternos de Sarah y Londres. Estos tres enclaves coinciden con los momentos más importantes de la vida de Sarah y marcan las partes en las que se divide el libro
Las escenas de Fairfield sirven a Stevenson para describir la vida rural inglesa que tan bien conoce y plasma en sus novelas. No echaréis en falta encantadoras descripciones del paisaje y la aparición de personajes pintorescos como los parroquianos y los vecinos del pueblo. Ese es el momento en el que conocemos la infancia y adolescencia feliz de Sarah junto a su familia, sus visitas a los abuelos maternos en Escocia y su encuentro con Charles, el amigo austriaco de su hermano del que se enamora. 
Con el traslado a Londres llegará la guerra y los momentos más dolorosos: la separación de la familia y de los enamorados. Y a pesar de contar con todos estos apetecibles ingredientes, la novela no ha funcionado conmigo.

Stevenson ya había utilizado estas mismas premisas en The English Air, una novela  escrita en 1940 y que si disfruté (en aquella ocasión la protagonista en vez de enamorarse de un austriaco lo hacía de un joven alemán). Pero si allí los personajes parecían creíbles y la trama emocionante, nada de esto ocurre en Sarah Morris Remembers. Los personajes me han resultado terriblemente planos, en especial Sarah la protagonista.  La autora no ahonda lo suficiente en su personalidad, ni en sus relaciones para hacer creíbles después la tristeza y el dolor que siente. Ni siquiera se salva su historia de amor con Charles. Una pareja separada por la guerra, el Londres del Blitz, dos hermanos combatiendo en Francia y la autora no consigue crear la atmósfera adecuada para hacerlo creíble.

Decepción pues tras esta lectura y al mismo tiempo la sensación de que algo se confirma. Creo que D.E Stevenson tiene un don para cierto tipo de historias y situaciones; esas historias que acontecen en pequeños pueblecitos ingleses, donde personajes carismáticos y entrañables viven acontecimientos sencillos y cotidianos.  

Y todo ello abunda precisamente en Las cuatro gracias, la novela de mi reconciliación con Stevenson.
El señor Grace, vicario de Chevis Green un pueblecito cercano a Wandlebury, y sus cuatro hijas son los protagonistas de esta historia. 
Liz, Sal, Tilly y Addie son cuatro jovencitas con personalidades muy distintas:  Liz la mayor es decidida y extrovertida, Sal bastante más tímida y soñadora, Tilly no es muy amiga de relacionarse con los demás y Addie, en el polo opuesto, es independiente y sociable. 
Aún así, pese a sus diferencias, todas comparten ciertos rasgos que parecen cosa de familia: un sentido del humor especial, bastante ingenio y la satisfacción de sentirse a gusto consigo mismas. 
Ya lo dice Liz en la novela: "depende de uno desde el primer momento. O tienes esa cosa misteriosa que te hace ser feliz, que te hace tener interés por todo y ser interesante para ti misma, o no la tienes, y entonces eres aburrida y pesada y nunca estás contenta."

Todas esas cualidades compartidas les serán muy útiles para enfrentar los cambios que la Segunda Guerra mundial trae a sus pacíficas vidas. 
¿Como lidiar si no con un familiar algo insoportable, un militar enamoradizo y un investigador algo patoso que recala en Chevis Green ? 

¿Os acordáis cuando me refería al don que poseía Stevenson para escribir cierto tipo de historias?  Pues en Las cuatro gracias tenéis el perfecto ejemplo. Esta es una de esas historias por las que la autora resulta tan valiosa. Una novela repleta de escenas amables,  en las que los personajes interactúan en el mercado, en la iglesia o en la salita mientras disfrutan de un té o de una lectura compartida en voz alta. 

Esa ambientación cálida y agradable me ha parecido perfecta, y a pesar de que la trama es sencilla, mantiene el encanto y el interés hasta la última página. Aunque estemos en guerra, Stevenson no quiere mostrarnos su parte más oscura y dramática. A Chevis Green apenas llegan los ecos del conflicto, aunque Addie esté alistada en la W.A.A.F y el racionamiento provoque algún que otro enfrentamiento en la pescadería del pueblo. 
En realidad creo que el momento más emotivo de la historia, es cuando el señor Grace debe despedirse de su adorada Sal.
Las hermanas Grace: Liz, Tilly, Sal y Addie.
Es cierto que la atención que da Stevenson a cada una de las hermanas queda algo descompensada. Así las historias de Sal y Liz ocupan mayor protagonismo y las pobres Tilly y Addie quedan muy desatendidas. Pero creo que esta es la única pega que puedo ponerle a la novela. También me ha dado algo de pena no haber reconocido a ciertos personajes que ya aparecieron en los libros de la Srta. Buncle, por eso no creo que tarde en devorar los tres primeros libros de la serie, (Las cuatro gracias es el cuarto pero puede leerse de forma independiente) ¡necesito conocer a todos los habitantes de  Wandlebury!  

Así que ya veis, hechas las paces con la autora, no puedo más que recomendaros Las cuatro gracias Cada vez estoy más convencida de que D.E Stevenson va a convertirse junto a Elizabeth Goudge en mi refugio lector para sobrellevar días tristes o estresantes. 

Un abrazo y ¡muy felices lecturas a todos!

PD. Aquí podeis leer la reseña que hice de The English Air, otra novela de D.E Stevenson ambientada en la IIGM.
PD1. Perdonad que esté tan ausente en los comentarios. Me duele muchísimo no contestaros, pero en cuanto termine los exámenes el día 24, contesto hasta el último de ellos :) 

12 comentarios:

Unknown dijo...

Ay…. ¡No te sientas mal y piensa en tus queridos lectores! ¡¡Que sufrimos con tu ausencia, joooo!!! XDDD

Stevenson a mi me decepcionó un poquitín con el segundo de la trilogía de la señorita Buncle, aunque quizás fuera porque tenía las expectativas tan altas después del primero… pero bueno, ya tengo el tercero preparado para leerlo prontito y ahora tengo que hacerme con Las cuatro gracias también por la vía rápida, porque con lo bien que la pones me va a encantar seguro!!!
Me encantan los refugios lectores… A mi me pasó con esta, con Ana Tejas Verdes… y bueno, con los libros de fantasía en general, que también son mi perdición :)

Un abrazote fuerte, amiguina!!

Anónimo dijo...

Marie:
¡mucha suerte en los exámenes! aún tengo pendiente comenzar a conocer a esta autora y sin duda lo haré con la Srita. Buncle o las 4 gracias ;)
Un beso,
Ale.

Margari dijo...

Pues tendré que leer tu libro de la reconciliación, que me has dejado con muchísimas ganas.
Besotes!!!

Rocio GC dijo...

Pues el de las cuatro gracias me lo apunto, me llama el tema porque en casa también somos cuatro hermanas XDDD.

Besooss!!

Ana Blasfuemia dijo...

No es agradable comentar sobre libros que nos decepcionan, pero de verdad que yo como lectora lo agradezco, porque a veces por no argumentar nuestras lecturas fallidas y disfrazarlas de crítica positiva nos tragamos bodrios que luego no veas cuando vuelvo a releer las reseñas que me llevaros a esa lectura...

Anoto Las cuatro gracias, porque los libros que reconcilian con un autor siempre tienen un halo especial.

Un abrazo y suerte (o justicia) con los exámenes.

Unknown dijo...

Qué ganas tengo de tener en mis manos 'Las cuatro gracias'!! a lo mejor este Día del libro me doy un homenaje de esos que nos gustan!! El estilo de esta autora me ha conquistado por completo y me alegra un montón que el que tengo más disponible sea el que más te haya gustado, que me fío mucho de tu criterio :-D

Mucho ánimo con el estudio, que tú puedes!! Besines!

Hache C. dijo...

Tengo El libro de la señorita Buncle esperando en la estantería, con muuchas ganas de leerlo, y con los dientes largos que me dejas después de leer sobre "Las cuatro gracias", no creo que tarde mucho en hincarle el diente.Un beso y suerte con el estudio!

Maribel dijo...

Aún tengo que leer el tercero de la señorita Buncle, de momento no es un estilo que me maraville pero es de esas historias que a veces hace falta leer.
Suerte con los exámenes, y un beso :)

Al rico libro dijo...

Vaya, suena bastante decepcionante así que lo dejaremos pasar.

Esther G. Recuero dijo...

Hola!!! Yo no conocía a Stevenson pero no pintan mal sus libros, me apunto en la lista de pendientes Las cuatro gracias a ver qué tal. Muchas gracias por compartirlo!!!

He encontrado tu blog en la lista de "Directorio de Blogs de Literatura". Me ha encantado y por supuesto te sigo. Si te apetece pásate por el mío:

http://esthervampire.blogspot.com.es/

Un abrazo y nos leemos!!

Ginger dijo...

Me encanta esta autora y aunque algunos de sus libros no entusiasmen tanto el de Las cuatro gracias caerá seguro ;)
Besos y ánimo con los exámenes.

Carla dijo...

Es una autora a la que me muero por leer. Sobre todo me interesan sus libros de la señorita Buncle, aunque Las cuatro gracias tiene una pinta buenísima y un argumento que me encanta. El de Sarah Morris Remembers lo dejo un poco apartado por ahora.
Mucha suerte con los exámenes!
Un beso.