Tarde de tacitas y buena lectura |
Me dio una alegría tan grande verlo allí, tan bonito, tan apetecible para nosotras, amantes de las tacitas, que en un momento de locura vandálica, me apeteció amontonar el resto de títulos en un rinconcito y colocar el libro de Belén por toda la mesa.
Porque si, señores y señoras que juzgan a las lectoras "de tacitas"; nosotras también tenemos sangre en las venas y en la taza lo mismo podemos llevar una indefensa manzanilla, que ginebra, que veneno para los idiotas.
Al final, claro está, conseguí contenerme; pero desee gritar a todo el mundo: ¡Podréis acusarnos de ñoñas y soñadoras, pero leed esto y veréis como nunca podréis achacarnos nuestra falta de sentido del humor! Podemos reírnos de nuestras heroínas, de sus pretendientes y hasta de nosotras mismas, siempre que sea de forma inteligente. Siempre que el humor llegue de manos tan hábiles como las de Belén.
Veréis, esto no lo puedo afirmar con rotundidad, porque yo con el más allá no hablo (todavía), pero estoy casi segura de que Jane habría disfrutado de lo lindo leyendo estas "Confesiones". Ya oigo las carcajadas resonando entre las paredes de Chawton. Exactamente las mismas que se oyeron en mi casa y estoy convencida, en todas aquellas que acojan este libro entre sus estanterías. Ya lo dice Belén en las páginas de su novela (y podéis creerla a pies juntillas) "¡es increíble la de casualidades que le ocurren a una jovencita con demasiado tiempo libre que vive en el condado mas aburrido de todo el reino de su gloriosa majestad!". Y es que en Pasley Manors, la imponente mansión donde transcurre la historia, no puede estar uno libre de sobresaltos.
¡Bienvenidos a Pasley Manors! |
Imaginad una bella mansión inglesa con sus espléndidos salones y jardines ¿lo tenéis? Bien. Mi Pasley Manors se parece al de la fotografía, pero eso ya va al gusto del lector.
Como no podía faltar, tenemos entre sus moradores a madres casamenteras, nobles ociosos y extravagantes, mayordomos, damas de compañía, pretendientes y, como no, jóvenes casaderas. En especial una, que no tiene nombre, pero si labia y cuerda para rato. Gracias a la abundante correspondencia que mantiene con su amiga y confidente Edwina, nos introducimos en un mundo de bailes, meriendas y reuniones sociales que hará las delicias de todos los amantes de las historias de época. Y no únicamente.
Si este hubiera sido un romance de regencia cualquiera, hubiera podido darse el caso; pero en esta ocasión falta añadir un par de ingredientes que marcan la diferencia: un humor inteligente y una fina ironía que son marca personal de la autora.
Me es muy difícil escoger algunos fragmentos, pero tened una pequeña muestra con semejantes perlas:
Belén demuestra entre guiños de humor que conoce al detalle la época en la que enmarca su historia. Costumbres, diferencia de clases, convenciones sociales, los gustos literarios de una gran parte de la clase pudiente (¡ay aquellas "novelas tontas de ciertas damas novelistas" como diría George Eliot, plagadas de raptos, piratas y bandoleros). Todo pasa por su criba y se convierte en material para arrancar la sonrisa del lector.
Al final, lo que tenemos entre manos, es un divertido homenaje a todas aquellas novelistas que nos han hecho soñar con sus historias, en especial, la gran Jane Austen. Una autora a la que Belén dedica guiños constantes que harán las delicias de todos los austenitas.
Cierto es que escribir humor, y resultar gracioso sin sonar forzado y sin caer en el mal gusto es complicado. Pero Belén, con la elegancia y la finura de toda una señorita de época, lo ha conseguido.
No se que pensará ella de tal comparación, pero mientras leía, encontraba en sus páginas reminiscencias del humor de mi querida E.M Delafield y su Dama de provincias. Y si ella me enamoró con el personaje de Mademoiselle, la niñera francesa, Belén lo ha conseguido con Miss Peabody. Esa misma que afirma con orgullo "llevo sembrando el aburrimiento entre jóvenes desde 1780 y puedo decir que estoy muy orgullosa de ello".
Como no podía faltar, tenemos entre sus moradores a madres casamenteras, nobles ociosos y extravagantes, mayordomos, damas de compañía, pretendientes y, como no, jóvenes casaderas. En especial una, que no tiene nombre, pero si labia y cuerda para rato. Gracias a la abundante correspondencia que mantiene con su amiga y confidente Edwina, nos introducimos en un mundo de bailes, meriendas y reuniones sociales que hará las delicias de todos los amantes de las historias de época. Y no únicamente.
Si este hubiera sido un romance de regencia cualquiera, hubiera podido darse el caso; pero en esta ocasión falta añadir un par de ingredientes que marcan la diferencia: un humor inteligente y una fina ironía que son marca personal de la autora.
Me es muy difícil escoger algunos fragmentos, pero tened una pequeña muestra con semejantes perlas:
"Una vez tuvimos un basset, pero, como era una boca más que alimentar, hubo que decidir si nos quedábamos con el o con mi hermano pequeño Arthur.
-¿Y quien ganó?
-¡Me ofende la duda! ¡Somos ingleses! El basset, por supuesto. Pero se fue con un vecino que le daba más de comer y nos tuvimos que quedar con Arthur."
"Querida hija mía, nos hemos quedado solos tú y yo. ¡Que vacía parece la casa!
-Si, padre.
-Es la primera vez que veo esa esquina, siempre había algún niño delante."
Así empieza cada una de las cartas: "Querida Edwina…" |
Al final, lo que tenemos entre manos, es un divertido homenaje a todas aquellas novelistas que nos han hecho soñar con sus historias, en especial, la gran Jane Austen. Una autora a la que Belén dedica guiños constantes que harán las delicias de todos los austenitas.
Cierto es que escribir humor, y resultar gracioso sin sonar forzado y sin caer en el mal gusto es complicado. Pero Belén, con la elegancia y la finura de toda una señorita de época, lo ha conseguido.
No se que pensará ella de tal comparación, pero mientras leía, encontraba en sus páginas reminiscencias del humor de mi querida E.M Delafield y su Dama de provincias. Y si ella me enamoró con el personaje de Mademoiselle, la niñera francesa, Belén lo ha conseguido con Miss Peabody. Esa misma que afirma con orgullo "llevo sembrando el aburrimiento entre jóvenes desde 1780 y puedo decir que estoy muy orgullosa de ello".
Por eso, como ferviente admiradora que soy, le pido para ella una historia propia. ¡Cuanto juego no darán todos esos jóvenes desgraciados bajo su implacable yugo!
Solo puedo despedirme recomendando con total sinceridad tu libro y dándote mi enhorabuena Belén. Desde aquí, desde este reino (perdón, república) que vio nacer los jardines geométricos y los setos invasores, te mando toda la suerte del mundo :)
Un abrazo a todos y ¡muy felices lecturas!
Un abrazo a todos y ¡muy felices lecturas!
20 comentarios:
Qué pinta tan estupenda tiene este libro! Y leyendo tu reseña aún entran más ganas de comprarlo. Será mi capricho para el día del libro :)
Besos!
Estoy contigo, Marie, en que el ser soñadora no lleva implícito ser ñoña. Uno de los problemas de nuestra sociedad actual es que nos han ido quitando los sueños, convirtiéndonos en una especie de zombies sin rumbo.
Yo también pertenezco al club de las de la tacita de té. Y como tú dices, eso no te impide saberte defender en caso necesario.
Me ha gustado los extractos del libro que has sacado. No conozco a esta autora, pero voy a echarle un vistazo. Una de las cosas más difíciles que creo que hay, es ser capaz de utilizar la ironía de una forma inteligente en una creación literaria.
Gracias por descubrirnos este título.
Un abrazo.
Una delicia. Y esta edición tan bonita. Entre Ginger, quien acaba de reseñar "Matemos al tío", y tú me volvéis loca. Y no digo nada de mi bolsillo...
besos
Me encantó, Marie ¡Qué rato más bueno nos hizo pasar! El lunes me toca a mí hablar del libro. Tú lo has bordado. Las Jane de este mundo agradecemos libros así.
Un abrazo.
Ya lo leí pero, como me he unido a la lectura conjunta, la reseña saldrá cuando tenga que salir. Me ha resultado entretenido, sin duda, pero creo que no me he reído tanto como tú...
Beso,
Este libro debe ser una delicia :) Tiene una pinta estupenda: esa preciosa portada, el argumento, el enfoque de la narración y por supuesto las ilustraciones. Me lo apunto en mi lista de "posibles" para Sant Jordi ^_^
Gracias por descubrírnoslo!
Un beso!
Vaya, a los pendientes sin remedio, tiene pinta de ser tan cuco y divertido... y para las chicas de las tacitas de té!!! gracias por la recomendación!!!
Besooss!!
Me estáis dejando con ganas de leer este libro!
Besotes!!!
Si el libro es tan apeticible como lo pintas... ¡qué horror, otro más a mi interminable wish-list! XD
¡Un abrazo!
Que bien que te haya gustado, Marie. Es una lectura estupenda por la gracia y el ingenio que destila cada una de sus páginas, ¡y esos diálogos! Creo que va a gustar muchísimo, incluso a los no-lectores de Austen. Bss
Tiene muy buena pinta, lo he visto en algún que otro blog y es muy posible que me anime pronto con él, además la edición es una monada.
Por aquí me quedo, no puedo dejar pasar un blog sobre clásicos!!!! Un beso
La portada es preciosa.
Hola Marie,
Lo primero darte las gracias por hacerte seguidora de mi blog, serás bienvenida siempre. Y ahora enhorabuena por el tuyo, que acabo de descubrir y me encanta. Si el libro que recomiendas es tan divertido como tu entrada, me lo voy a pasar pipa con su lectura. Estoy de acuerdo con Johana, la portada es preciosa, y el ambiente creado para hacer la fotografía de tarde de tacitas y buena lectura encantador... estilo british total jejeje.
Un saludo
¡Hola, Marie!
No he podido dejar de sonreír durante toda tu reseña. ¡Este libro tiene una pinta estupenda y tiene que ser mío sí o sí! Cuando lo lea te cuento :)
¡Un beso muy grande!
Estoy emocionada, qué reseña más bonita, me ha encantado. Gracias en mi nombre y el de Edwina, que te envía sus más cordial y afectísimos saludos.
Por cierto que me ha encantado tu Pasley Marnors, es monísimo!!
Y que no se me olvide: mi párrafo favorito, el que aún me hace reír, a pesar de las mil veces que lo he repasado, es el de la esquina de casa de Anémona ¡coincidimos!
Besos afectísimos y gracias de nuevo.
¡Hola! (Segundo intento ;)) Me ha encantado el libro, pero lo que realmente me ha cautivado ha sido tu entrada: no se puede escribir mejor. Cada día, cada reseña me gusta más y más tu blog. Muchas gracias por los buenos ratos que me haces pasar leyéndote. Un saludo.
Jajajajaj la carcajada que solté con tu reivindicación tacitas!! jajajajaja qué grande, no se puede decir mejor!!! Y tengo muchas ganas de leer este libro pero ya mismo!! Además de que entra por los ojos porque tanto la portada, como la edición es super guapa, la historia tiene una pintaza. Y ahora leyendo tu reseña.... quiero conocer a esa heredera!!
Besines!
¡preciosa entrada! ¡Que ganas de leerlo pero YAA!
un beso,
Ale.
Pues dudo si leerlo o no. Hay tantos libros pendientes...
Genial reseña.
¡Nos leemos! ;)
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