jueves, 9 de junio de 2016

Londres, diario de viaje.

Como prometido, aquí os traigo algunas fotografías e impresiones de nuestra última escapada a Londres. Nuestra última visita databa de 2014 y lo cierto es que ya notábamos la nostalgia y las ganas de reencontrarnos con la ciudad. Pocas cosas nuevas puedo enseñaros con respecto a los diarios de viaje que ya compartí con vosotros años atrás (I, II, III). Londres es nuestro pequeño (gran) rinconcito al otro lado de la Mancha; tenemos pequeñas costumbres y tradiciones que nos gusta respetar, y aunque pequemos de repetitivos...¡qué le vamos a hacer! En muchos parques y squares, en museos, librerías y cafeterías hemos construido recuerdos muy felices; por eso volver a ellos es casi como volver a casa. En esta entrada os invito pues a dar un paseo a través de las fotografías que fui tomando durante nuestra estancia (perdonad la calidad de algunas, hechas deprisa y corriendo con el móvil). ¿Os apetece? Pues ¡vamos allá!

Nuestra habitación en el momento en que tomamos posesión
Como suele ser habitual hicimos de Bloomsbury nuestra base de operaciones. El hotel que escogimos esta vez fue una opción agradable y recomendable. Nuestra habitación, con sus tres grandes ventanales, tenía mucha luz, un baño completamente renovado y el desayuno buffet correcto. Así que si tenéis pensado ir a Londres puede ser una estupenda opción. 
Una vez libres de maletas y después de una parada para comer en The Queens Larder (pub tradicional situado en una pequeña calle peatonal junto al hotel) estuvimos listos para empezar las caminatas. Tuvimos suerte de tener una temperatura muy agradable, fresquita y perfecta para pasear. 

"En Londres todo esta construido alrededor de una plaza con frondosa vegetación; en cada paseo que doy descubro pequeños oasis". Esta cita de "La duquesa de Bloomsbury Street" de Helene Hanff describe a la perfección la impresión que me produce pasear por Londres. Me encanta andar sin rumbo fijo y caer de pronto y por sorpresa en uno de estos oasis. Con el paso de los años he ido recorriendo muchos de ellos y he ido eligiendo los que más me gustan. Bloomsbury Square, es uno de ellos.  

Quizá sea porque imagino a Mary Datchett tras una de esas ventanas,
esperándome para charlar un rato de todo y de nada.

En nuestro camino hacia la National Portrait Gallery, tomamos un desvío hacia Charing Cross para una primera ronda de librerías. Foyles y Any Amount of Books fueron nuestros objetivos. 

Típica foto en Foyles, pero imposible resistirme.
Any Amount of Books o el arte de ver muchos libros que me gustan y no puedo permitirme

Un ratito después llegamos a nuestra cita con Charlotte Brontë. La National Portrait Gallery le ha dedicado una pequeña exposición con motivo del 200 aniversario de su nacimiento. Y cuando digo pequeña, no lo digo en sentido figurado. La exposición apenas ocupa una sala, la número 24; pero pese a su tamaño consigue trazar con éxito todas las etapas de la vida de Charlotte. 
Los héroes de su infancia y los escritores que la influenciaron están presentes; también los retratos y algunas fotografías de sus familiares y personas más allegadas. El toque más íntimo y emotivo de la muestra, lo constituye la pequeña selección de objetos personales de Charlotte. Me emocioné muchísimo al ver algunos ejemplares de los pequeños libritos ilustrados que Charlotte escribió siendo niña junto a sus hermanos; viendo sus diminutos zapatos y algunas de sus cartas. 
Entre todos los documentos una ilustración se me clavó en el alma. 
En una carta que Charlotte escribió a su amiga Ellen Nussey desde Bruselas, no dudó en autorretratarse con crudeza. Mientras que su amiga Ellen aparece bien vestida, hermosa y acompañada de un apuesto caballero; Charlotte aparece representada en la orilla opuesta, mal vestida, poco agraciada y sola. De sus labios sale un único: adiós.
 ¿Qué sentiría en el momento en que escribió esa carta? Veo en ella y en esa representación, ecos de los personajes que estaban por nacer: Jane Eyre y Lucy Snowe.  Pequeñas, poco agraciadas, casi insignificantes, pero con esa enorme fuerza interior que las lleva a cambiar su destino. 

Me hubiese encantado que la exposición fuese más amplia, pero aún así la encontré adecuada y muy emotiva. Sin duda uno de los mejores momentos de nuestra escapada.

Entrada a la sala 24 de la National Portrait Gallery
Esta es la ilustración de la carta que os citaba antes.

El resto de la tarde paseamos por St. James's Park mientras el cielo amenazaba con una lluvia inminente. Las tumbonas del parque estaban todas recogidas, esperando un día más apacible, y pocos grupos de amigos se atrevían a permanecer tumbados en el césped. Nosotros tampoco quisimos exponernos a un chaparrón y decidimos atravesar Green Park hasta llegar a Piccadilly. Aquí es donde cayeron las primeras compras: mermelada en Fortnum y algunos productos de parafarmacia en Boots (la mascarilla de albaricoque St.Ives, The righteous Butter Body lotion de Soap&Glory y un gel de Dove de Peonia, que es una maravilla y no puedo encontrar aquí para mi desgracia).

Esta vez no entramos en Hatchard's pero le hicimos una
reverencia desde la puerta.
La tarde se fue nublando cada vez más y como temíamos pronto empezó a lloviznar. Fue el momento perfecto para hacer una pausa en Tea and Tattle.
Así estaba el cielo cuando regresamos a Bloomsbury.


Perfect time for tea and scones!
Después solo nos quedó hacer una parada técnica en un Marks&Spencer para nuestro picnic nocturno en el hotel.



Con la llegada del nuevo día pusimos rumbo al norte. Me resulta imposible venir a Londres sin visitar Hampstead. Si algún día me pierdo ya sabéis donde encontrarme. 
Me gusta absolutamente todo de esta zona de Londres. El ambiente campestre que se respira, sus tiendas y cafés, la librería que Daunt Books tiene en South End Road, con su característica fachada verde...
Supongo que estará precioso incluso en invierno, pero viendo las lilas en plena floración, cuesta creer que algo pueda superarlo en belleza.

Floristería en el encantador Flask Walk
Floración de las lilas y la glicinia en Burgh House
Una parada en la casa donde residió Keats. Imprescindible homenaje
a uno de mis compañeros de camino.
"¡Dichosas, ah, dichosas ramas de hojas perennes que no
despedirán jamás la primavera".
Vitrina de Daunt Books con ediciones del libro que iban a
presentar esa misma tarde. 
Abandonamos Hampstead en un autobus que nos llevó por Belsize Park Camden Town hasta nuestra parada en los alrededores de Regent's Park. Era la primera vez que visitábamos el parque y, aunque fue una pena no poder ver las rosas del Rose Garden en todo su esplendor (ahora estarán preciosas como en estas fotografías), pasamos un buen ratito. 

Flora y fauna en Regent's Park

Después de hacer una pequeña parada en un Pizza Express de Marlybone (no está mal para salir del paso), volvimos a nuestros dominios de Bloomsbury para LA RONDA de librerías. Como sabía que el hotel estaba cerca (para descargar el posible botín) no iba predispuesta a la contención. 

Primera parada Skoob Books, donde arrasé.
Jean pillándome en plena faena.
Siguiente parada, la encantadora librería Persephone. El cielo
en la tierra.
Y para terminar la London Review Bookshop. Otro imprescindible en Bloomsbury
que no podéis perderos.

Con los libros bien resguardados en el hotel, nos pusimos otra vez en marcha dirección Covent Garden (¿lleváis la cuenta de los kilómetros de marcha que llevábamos a nuestras espaldas? Pues nada, ahí seguíamos, frescos como una rosa). 

Pausa dulce para reponer baterías chez l'ami Jamie Oliver.
Tarde de compras en Covent Garden
Y para acabar nueva parada en el Marks and Spencer para hacernos con provisiones para la cena. Esa noche vimos Eurovision en la habitación del hotel. Del resultado de España mejor ni hablamos. 


Para el último día reservamos el paseo descubrimiento del viaje, la orilla Sur del Támesis, y una visita pendiente que, a decir verdad, no resultó muy satisfactoria. Bien temprano nos plantamos en las colas de entrada de la Torre de Londres y os puedo asegurar que a la media hora de entrar ya nos habíamos arrepentido de pagar la visita (me temo que las aglomeraciones pueden con nuestro estado de ánimo). Pero bueno, después de todas las veces que nos habíamos resistido a entrar, ya podemos decir que nos hemos quitado la espinita.

Tower Bridge desde el interior del recinto fortificado.
Tras la visita y un pequeño momento horrible con mayúsculas (una madre extravió a su hija en las inmediaciones de la Torre y os podéis imaginar la escena de pánico. Menos mal que fue enseñando la foto de la pequeña y con ayuda de la gente pudo dar con ella) cruzamos a la otra orilla por el London Bridge. Al principio el contraste con el ambiente de la City nos pareció abismal. Las calles por donde pasamos, a excepción de las que bordeaban el Borough Market, estaban bastante vacías y silenciosas. Pero fue un paseo muy agradable. Nos encantó el ambiente de Borough Market, la multitud de puestos de comida y productos típicos. De verdad una delicia y un sitio estupendo para comer.

Vista de Saint Paul desde Southwark
Mensaje en una fachada de Southwark que me llamó
la atención al pasar y que resultó ser el slogan de una
antigua fábrica de cerveza, situada en estos edificios.
También hicimos una parada en The Globe e intentamos imaginarlo
en la época isabelina.
Y me encantó descubrir una placa azul desvelando que el
mismísimo vicealmirante de la Bounty, William Bligh fue el antiguo propietario
de esta casa (añado que me enamoran estas puertas azules).


El broche final al paseo y por extensión al viaje fue la visita al Imperial War Museum. Me gustó mucho la apuesta didáctica con la que han decidido mostrar sus colecciones. Es evidente que los colegios e institutos son uno de los principales públicos del museo, y solo había que ver la cara de los chicos para comprobar lo efectiva, instructiva y lúdica que resultaba la visita para ellos. Tengo que reconocer que a mi me encantan los museos a la antigua usanza, con sus colecciones expuestas de forma abigarrada y a veces confusa. Esos en los que tienes que desplegar toda tu pericia y paciencia para dar con la perla rara (como en aquellos gabinetes de curiosidades que tanto fascinaban a las gentes del XVIII).  Pero, en ocasiones, se agradecen los aires de modernidad.


La preciosa entrada principal del Imperial War Museum.


Como siempre, un auténtico placer volver a Londres. Que no
se me enfade París pero...ya estoy deseando volver. 

Y me temo que aquí tengo que poner punto y final al paseo. Espero que hayáis disfrutado con las fotografías y muy pronto os enseño el montoncito de libros que traje en la maleta como resultado de mis correrías londinenses. Un fuerte abrazo a todos y muy felices lecturas. 

23 comentarios:

Laura dijo...

¡Hola, Marie!

No sabes con qué emoción he leído tu entrada. Tus palabras y fotografías me han llevado de vuelta a Londres y la nostalgia me ha invadido por completo. Siempre he sentido una gran conexión con esta ciudad y cada vez que vuelvo me enamoro más y más de ella. ¡Quiero volver cuanto antes!

Con respecto a tu visita a la exposición dedicada a Charlotte te doy toda la razón ya que yo también imagino a sus personajes como representaciones de la propia escritora. Y esa ilustración dice tantas, pero tantas cosas...

¡Qué envidia me has dado por tu tour a través de las librerías londinenses!No me extraña que hayas disfrutado! ;) Por otro lado, en mi última visita a Londres no pude visitar Hampstead por cuestiones de tiempo, pero esto es algo que espero remediar en mi próxima visita ;)

Muchas felicidades por tu entrada ya que ha despertado en mí varias emociones :)

¡Un beso muy grande, Marie!

Elena Rius dijo...

He disfrutado mucho con tu paseo londinense. ¿Qué ganas de volver!
En cualquier caso, gracias por compartirlo y hacernos sentir que estábamos allí por un momento.

Mónica-serendipia dijo...

Que placer acompañarte por la jubilosa Londres :-) Si tengo suerte, iré el mes que viene y ya me he apuntado alguno de los rinconcitos que nos muestras en las encantadoras fotos. Besotes.

eduardo moga dijo...

Tu crónica, Marie, me ha recordado a mis propias experiencias en Londres, tan recientes todavía. Ha sido un bonito e instructivo paseo. Me alegro de que lo hayas disfrutado, como disfrutaba yo los muchos que daba por la ciudad. No obstante, la próxima vez que la visites no dejes de ir a Battersea Park. Es el menos conocido y, en mi opinión, el más hermoso de todo Londres. Aunque quizá sea amor de vecino... En cualquier caso, es muy hermoso.

Un beso.

Eduardo.

Raúl dijo...

Hola mi querida amiga.Al final Payet la puso en la escuadra.:D
Esas librerias londinenses tienen una pinta increible.La verdad es que no sé cual de las dos ciudades,Paris o Londres,tiene mejores librerias.Desde luego pueden ser las dos mejores ciudades de europa para ir a buscar libros. El Regent's Park me parece muy hermoso.
Un abrazo y suerte para el finde Marie

Beleth dijo...

Yo también fue a Londres hace unos meses con la única intención de ver la exposición de la National Portrait Gallery y efectivamente aunque en cuanto a tamaño es pequeña, me encantó el contenido. Además, cualquier excusa es buena para ir a Londres. Me encantan las fotos que has puesto :D!

Unknown dijo...

Hola Marie! Quería contarte que mi familia y yo, el año que viene, vamos a ir a esta famosa y hermosa ciudad que es Londres. Estoy muy emocionada, ya que es un viaje muy difícil de aspirar para algunos argentinos... Nos queda tan lejos(y caro)...
Londres es una ciudad que me llama mucho la atención(e Inglaterra en general, con sus verdes pastos siempre vistos en las adaptaciónes de las novelas de Jane Austen y muchas películas ambientadas por la región), y que esperaba estar desde que comencé a leer las novelas de escritores/as que ocupaban Inglaterra como lugar para vivir. Ahora que se presenta esta oportunidad, no puedo esperar a que llegue el momento de partida!
Un beso!

Marie dijo...

¡Hola, Laura!
Muchísimas gracias por escribirme y por compartir tu emoción conmigo. ¡Te entiendo tanto cuando hablas de la anexión con Londres! Yo por más que voy, nunca tengo suficiente.

Espero de corazón que en tu próxima visita puedas acercarte a Hampstead. Prepara una buena cesta con material de picnic y recorre las calles de la ciudad para después internarte en el Heath. Lleva buenos zapatos y llega hasta Kenwood House. Seguro que recordarás ese paseo toda la vida :)

¡Un beso muy grande para ti también y gracias de nuevo!

Marie dijo...

Elena, gracias a ti por tu comentario. Si te he llevado a Londres por un ratito, me doy por satisfecha. Un abrazo.

Marie dijo...

Oh, Mónica, ¡disfruta muchísimo de tu visita! Ya me contarás a la vuelta los rinconcitos que visitaste. Un besito grande :)

Marie dijo...

Eduardo, muchísimas gracias por tu comentario. Mi pequeño paseo no está a la altura de tus corónicas de Ingalaterra, pero me hace muy feliz que hayas disfrutado de la entrada. Apuntado queda Battersea Park para el próximo viaje.
Un beso.

Marie dijo...

Madre mia ¡y tanto que la puso! Vaya gol después de tanto sufrimiento y aburrimiento, todo hay que decirlo :)
Uy, yo tampoco podría elegir, aunque lo ideal para mi sería una mezcla entre el ambiente de Londres y la arquitectura parisina. Eso si, en cuanto a libros las dos están muy bien surtidas. Ya me contarás si te haces con un buen botín de libros cuando las visites.
Un abrazo Raúl.

Marie dijo...

Beleth, mira que entiendo que hicieras cualquier cosa por Charlotte ;) aunque claro que ir a Londres, no es ningún sacrificio. Me alegro de que disfrutases de tu visita y de las fotos de la entrada. ¡Un beso!

Marie dijo...

¡Hola, Valentina!
Muchísimas gracias por escribirme. ¡Cómo entiendo tu emoción! Estoy segura de que Londres cumplirá todas tus expectativas y vendrás de allí encantada.
No se si lo has leído ya, pero por si acaso, yo te recomiendo que antes de viajar a Londres o incluso en el viaje de ida en el avión leas "84, Charing Cross Road" de Helen Hannf.
Los sentimientos que Helen tenía por Inglaterra (nutridos por la literatura), la imagen de Inglaterra que ella adoraba, es la misma que tú tan bien me has explicado en el comentario. Creo que podría hacerte muy buena compañía en tu aventura inglesa :)
Supongo que ya tendrás preparada una buena lista con lugares por visitar, pero si te puedo servir de ayuda o darte alguna sugerencia, estaré encantada de ayudarte.
Un beso y, por si acaso no hablamos antes de tu viaje, ¡feliz estancia en Inglaterra para ti y tu familia!

Ciorana dijo...

Gracias por esta crónica María, siempre es un placer leerte. Un abrazo, Rut

ps: completamente de acuerdo contigo con el libro de Helen Hannf "84, Charing Cross Road"

DORCA´S LIBRARY dijo...

Que bella crónica has hecho de tu viaje. Según la leía, parecía estar ahí. Y esas librerías... y esos dulces con el té, ¡ayyy! cuantos pequeños-grandes placeres.
Bloosmory Square es un lugar que sugiere muchas historias contadas casi en un susurro para no romper la tranquilidad del lugar.
Un abrazo, Marie.

Unknown dijo...

Pero qué envidia me das, ayyyy! :3
Lo de la exposición de Charlotte Brontë, mira que se me salen los ojos de la pantalla jajaja
Me encantan los parques de Londres, ¿No es verdad que tienen algo único y especial? Y las librerías!!! Estaba claro, la parada en Foyles que no falte nunca xD
Me encantaron las fotos, casi me he sentido otra vez ahí! :)
Un bsazo!

Pris Peñaranda dijo...

¡Hola! ¡Acabo de entrar en tu blog y me encanta lo que escribes y lo que haces! Wow, a mí me encantaría ir a Londres también :). Y la exposición de Brontë, qué emoción!! sigue contándonos más :)
Un abrazo!

Kosmisch dijo...

Hola! Recién entro y por un momento me sentí en esa ciudad , que hermosura, gracias por compartir todo esto ! :)

Aquí me quedo, te sigo!

Me gustaría que te pases por mi blog literario para ver qué te parece y si te gusta, sígueme :).

saludos desde http://buscandotelibro.blogspot.com.ar/

María dijo...

Marie, muchísimas gracias por este paseo por Londres. Creo que me repito con el resto de comentarios, pero es que no puede ser de otro modo. El modo de contarlo también ayuda...transporta...y sientes que los pies están tocando las sucias calles de un lugar en el mundo que tanto nos aporta...
Nos parecemos mucho. Cuando voy, vamos, porque siempre suelo ir con mi compañero de viaje, nos alojamos en Bloomsbury y no podemos evitar repetir esos rincones ya conocidos que nos hacen sentir tan bien. Necesitamos de la calle Charing Cross, del Soho, de librerías como Hatchards, o la de Waterstone de la calle Goover, y de Persephone...luego ampliamos miras, pero siempre con nuestro lugar de referencia...
Me falta mucho Londres que descubrir y ya tengo mono de hace año y medio que no lo piso...
Un placer que nos lleves, Marie.
Un abrazo muy grande.

Gadi dijo...

Qué viaje más encantador. He anotados algunos lugares (librerías sobre todo) para visitar. ¡A la próxima no se me escapan!

Raúl dijo...

Lo de Payet es curioso.Hace años no era un jugador muy conocido.Ha explotado tarde.Ya sabes que yo no puedo leer libros en Inglés.Y menos en francés.Soy lector de obras traducidas.Como la mayoría en el reino.;D
Hace unos días saqué de la biblioteca un DVD del mítico programa de literatura de la tv francesa "Apostrophes".El invitado es Vladimir Nabokov.También he visto uno dedicado a Marguerite Yourcenar.Tienes el mismo nombre que una de mis actrices favoritas:Marie Riviére No dejes de de ver las películas de las 4 estaciones de Rohmer.Y "El rayo verde"
besos

Lady Gatsby dijo...

Hola!! Me ha gustado mucho tu blog, te sigo!!

http://imladygatsby.blogspot.com.es/